Fiebre aftosa: Turquía cierra todos sus mercados de ganado por un brote

La fiebre aftosa enciende las alarmas en Turquía que activó una alerta sanitaria y ordenó el cierre total de los mercados de ganado como medida de emergencia para contener un brote de fiebre aftosa altamente contagiosa. La decisión fue anunciada por el fiebre aftosa y se implementó de inmediato, en un intento por frenar la expansión de un nuevo serotipo del virus, detectado recientemente en varias regiones del país.
La fiebre aftosa es una enfermedad viral que afecta a animales de pezuña hendida, como bovinos, ovinos, caprinos y porcinos. Aunque no se transmite a los humanos, provoca graves consecuencias económicas por su impacto en la producción ganadera y las restricciones comerciales que impone sobre los países afectados.
Un brote en contexto festivo
Las autoridades turcas vincularon la propagación del virus al movimiento de animales durante Eid al Adha, una festividad religiosa musulmana en la que es tradición sacrificar reses y otros animales. Durante este período, millones de cabezas de ganado son movilizadas a lo largo del país, lo que habría contribuido a acelerar el contagio entre rodeos.
“El brote se encuentra bajo control, pero ante la posibilidad de una mayor diseminación, se ha decidido cerrar temporalmente los mercados de ganado”, señaló el Ministerio en un comunicado oficial. La medida busca limitar el contacto entre animales de diferentes regiones y dar tiempo para completar la campaña de vacunación que ya está en marcha.

Una campaña de vacunación masiva de fiebre aftosa
En paralelo al cierre de mercados, el gobierno turco avanza con una vacunación masiva de la población ganadera. El objetivo es inmunizar a todos los animales susceptibles al nuevo serotipo viral antes de reabrir los canales comerciales.
“La prioridad es la sanidad animal y la contención del virus. Las restricciones serán levantadas de manera progresiva, en la medida en que se complete la inmunización del rodeo”, informaron las autoridades. Se estima que Turquía cuenta con más de 16 millones de bovinos y 50 millones de ovinos y caprinos, lo que convierte esta tarea en un verdadero desafío logístico.
Sin impacto en la oferta, por ahora
El Ministerio de Agricultura también salió a llevar tranquilidad al mercado y a los consumidores, al asegurar que el cierre de mercados no afectará la provisión de productos de origen animal.
“No habrá impacto en el suministro de carne ni de productos lácteos. La industria cuenta con suficiente stock y canales alternativos de distribución”, sostuvo el comunicado oficial. Esta aclaración busca evitar una reacción adversa en la cadena de consumo o movimientos especulativos de precios.

Repercusiones económicas y comerciales
Aunque el cierre es temporal, la medida tiene un fuerte impacto en la actividad comercial del sector ganadero y podría generar consecuencias en el plano internacional. La fiebre aftosa es una enfermedad de notificación obligatoria ante la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), y su presencia suele derivar en restricciones para exportar carne y productos derivados.
Turquía es un país con un peso relevante en el comercio agropecuario regional, tanto en producción de carne como en lácteos, y mantiene acuerdos de exportación con países de Europa, Asia Central y Medio Oriente. En ese sentido, la aparición de un nuevo serotipo viral podría motivar revisiones sanitarias por parte de socios comerciales o incluso cierres temporales de mercados de destino.

El antecedente argentino
El brote en Turquía recuerda la sensibilidad del comercio internacional ante casos de fiebre aftosa, una enfermedad que Argentina logró controlar tras años de vacunación sistemática. El país sudamericano mantiene su estatus sanitario gracias a campañas obligatorias y monitoreos regulares, pero situaciones como la de Turquía renuevan la alerta sobre la necesidad de vigilancia permanente, especialmente en momentos de alta movilidad ganadera.
Cabe recordar que la fiebre aftosa no representa un riesgo para la salud humana, pero sí genera pérdidas millonarias para los productores, al reducir el rendimiento productivo de los animales y al limitar severamente el comercio internacional.
Por eso, las autoridades sanitarias de Turquía y los organismos internacionales están siguiendo de cerca la evolución de este brote. El desafío será contenerlo rápidamente y evitar que cruce fronteras, algo que —como ha demostrado la historia— puede alterar seriamente los mercados globales de carne y lácteos.