Fiebre aftosa: cambios en la normativa para una mayor disponibilidad de vacunas


El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) oficializó una modificación clave en la normativa que regula la producción y el control de las vacunas contra la fiebre aftosa en la Argentina. La medida fue publicada en el Boletín Oficial a través de la Resolución 749/2025 y busca agilizar los procesos regulatorios, fomentar la libre competencia y asegurar la disponibilidad de biológicos sin afectar el estatus sanitario del país.

La fiebre aftosa, una de las enfermedades más temidas en la ganadería, continúa siendo un eje central de las políticas sanitarias nacionales. Mantener al rodeo argentino libre de la enfermedad es fundamental no solo para preservar la producción interna sino también para garantizar el acceso a mercados internacionales de carne vacuna.

Un nuevo artículo en la normativa

La resolución incorpora el artículo 57 bis a la Resolución 609/2017, normativa que ya establecía los procedimientos de autorización y control de biológicos veterinarios. Con esta actualización, el Senasa establece que ciertos antígenos y vacunas antiaftosa que ingresen bajo el régimen de autorización por equivalencia quedarán exceptuados de algunos requisitos previos.

Este régimen había sido definido previamente en mayo y julio de este año mediante las Resoluciones 333, 338 y 525/2025, que sentaron las bases para reconocer procesos de evaluación y control realizados en otros países con estándares equivalentes. De este modo, se busca armonizar normativas y evitar duplicaciones que retarden la disponibilidad de vacunas.

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Agilizar procesos sin perder garantías

Según destacó el organismo, la excepción apunta a agilizar la disponibilidad de biológicos en el mercado local, en un contexto donde la rapidez en la respuesta sanitaria resulta crucial. No obstante, la medida aclara que en ningún caso podrá ponerse en riesgo el estatus sanitario de la Argentina, reconocido internacionalmente como país libre de fiebre aftosa con vacunación.

En ese sentido, el Senasa recordó que la Ley 24.305 define la erradicación de la fiebre aftosa como una política de interés nacional. Bajo ese mandato, el organismo es la autoridad responsable de planificar, ejecutar y fiscalizar todas las acciones necesarias para el control de la enfermedad, incluida la estrategia de vacunación.

Impacto en el sector ganadero

Para el sector productivo, la medida representa una oportunidad para fortalecer la disponibilidad de vacunas y garantizar que los planes de inmunización se cumplan sin demoras. El acceso a biológicos en tiempo y forma es un factor clave para sostener campañas masivas como las que se realizan dos veces por año en distintas regiones del país.

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Al mismo tiempo, la incorporación de criterios de equivalencia abre la puerta a una mayor competitividad entre laboratorios y proveedores de biológicos, lo que podría traducirse en una oferta más variada y precios más competitivos para los productores ganaderos.

Continuidad de las políticas sanitarias

La actualización normativa se enmarca en una estrategia más amplia de modernización de los procesos de control sanitario. En los últimos años, el Senasa avanzó en la digitalización de trámites, la integración de sistemas de información y la cooperación internacional para fortalecer la vigilancia epidemiológica.

La fiebre aftosa, altamente contagiosa y con fuertes consecuencias económicas, es vigilada de cerca por organismos internacionales como la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). En ese contexto, cada decisión regulatoria debe equilibrar la necesidad de eficiencia con la obligación de mantener intactas las garantías sanitarias.

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Una medida con proyección futura

El nuevo esquema abre la posibilidad de que en el futuro otras categorías de biológicos veterinarios se incorporen al régimen de autorización por equivalencia, lo que permitiría ampliar la disponibilidad de insumos para la producción animal en general.

Por ahora, el foco está puesto en las vacunas contra la fiebre aftosa, consideradas estratégicas para sostener la competitividad de la ganadería argentina, uno de los sectores más dinámicos de la economía nacional.

En definitiva, la Resolución 749/2025 no solo representa un ajuste normativo, sino también una señal de la voluntad oficial de avanzar hacia un sistema sanitario más ágil y competitivo, sin perder de vista la prioridad absoluta: proteger al rodeo argentino de la fiebre aftosa y garantizar la continuidad de las exportaciones de carne.