Exportaciones de granos: la soja y el maíz lideraron el ingreso de divisas

Las exportaciones de granos y oleaginosas volvieron a ser el gran motor de la economía argentina en el primer semestre de 2025. Según el Monitor de Exportaciones Agroindustriales de FADA, los complejos de soja, maíz, trigo, cebada y sorgo generaron en conjunto más de US$ 26.000 millones, lo que equivale a más de la mitad del total agroindustrial.
El informe confirma que la recuperación productiva tras la sequía de 2023/24 permitió recomponer los saldos exportables, en especial de soja y trigo, y consolidar el lugar de Argentina como uno de los principales proveedores de alimentos y energía renovable en el mercado global.
Soja: el complejo más poderoso
El complejo sojero fue nuevamente el más importante en el semestre en materia de exportaciones de granos, con ventas externas por US$ 9.248 millones, equivalentes al 25% del total agroindustrial. Este valor representa un crecimiento del 11,6% respecto de 2024, aunque todavía se ubica por debajo de los niveles récord de 2022, lo que explica la referencia a una caída interanual de casi 12% frente a los picos históricos.

Dentro del complejo, la harina y pellets de soja aportaron US$ 5.517 millones, el aceite de soja sumó US$ 2.372 millones, y el poroto sin procesar completó el cuadro con US$ 1.358 millones. La industrialización local sigue siendo clave para sostener la competitividad argentina en el mercado global. Los principales destinos fueron India, Vietnam, China, Egipto y la Unión Europea, lo que confirma la diversificación de mercados.
Maíz: el segundo en importancia
El complejo maicero fue el segundo más relevante de las exportaciones de granos, con envíos por US$ 4.659 millones, que significaron el 13% del total agroindustrial. Argentina se mantiene como uno de los mayores exportadores mundiales de maíz, con fuerte presencia en mercados como Vietnam, Argelia, Egipto y Perú.

El desempeño del maíz fue central para la recuperación exportadora de 2025, tras un 2024 donde la sequía había limitado seriamente los volúmenes disponibles para la venta externa.
Trigo: fuerte recuperación
El complejo triguero registró exportaciones por US$ 2.081 millones (6% del total), mostrando una notable mejora respecto del año anterior, cuando la falta de lluvias redujo drásticamente la cosecha y, en consecuencia, las ventas externas.
Con Brasil como principal socio comercial, seguido por Indonesia y Chile, el trigo argentino volvió a ganar protagonismo en las exportaciones de granos y aportó al repunte de divisas.

Cebada: estabilidad en los envíos
El complejo de la cebada generó exportaciones por US$ 1.168 millones en el semestre, lo que representa un 3% de las ventas agroindustriales. El grueso de los envíos corresponde a cebada forrajera y cervecera, con China como principal destino.
Aunque no compite en magnitud con soja, maíz o trigo, mantiene su rol como un cultivo estable y con mercados asegurados dentro de las exportaciones de granos, especialmente en la industria maltera.
Sorgo: un nicho con destino en China
El sorgo completó el panorama de las exportaciones de granos con US$ 192 millones exportados, apenas el 1% del total agroindustrial. Sin embargo, su importancia radica en el lugar estratégico que ocupa en mercados específicos como el chino, donde la demanda de granos para alimentación animal sigue siendo creciente.

Un semestre de repunte
En total, la soja y los principales granos aportaron más de US$ 17.600 millones, y si se suma el complejo sojero la cifra trepa por encima de US$ 26.000 millones. El contraste con 2024 es claro: tras la sequía, este semestre mostró un repunte en volúmenes y en ingresos de divisas, devolviendo centralidad a la agroindustria en la balanza comercial argentina.
El informe de FADA advierte que, más allá de la recuperación en las exportaciones de granos, persisten desafíos estructurales: mejorar la infraestructura logística, reducir la carga impositiva que afecta la competitividad y diversificar aún más los destinos de exportación frente a un mercado mundial dominado por Brasil y Estados Unidos.
La soja volvió a ser la locomotora del agro, el maíz consolidó su papel como segundo pilar, el trigo se recuperó con fuerza y la cebada y el sorgo ratificaron su rol en nichos específicos. El primer semestre de 2025 dejó claro que los granos siguen siendo el motor más confiable de divisas para la Argentina.