Exportaciones: el campo acelera ventas y se espera un junio prometedor

La rebaja temporaria de retenciones impulsó una fuerte aceleración de exportaciones en la comercialización de granos durante las primeras semanas de junio. El sector agroexportador se volcó masivamente a anticipar ventas de soja y maíz, con el objetivo de aprovechar las alícuotas reducidas vigentes hasta el 30 de este mes. El resultado: un notable incremento en las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) y una estimación de ingreso de divisas que podría alcanzar los 3.500 millones de dólares, el segundo mayor registro histórico para este mes.
Las exportaciones del campo con buenas proyecciones
Desde el inicio del mes, el volumen diario de exportaciones de soja ronda las 500.000 toneladas, una cifra que evidencia la intensidad del movimiento comercial. Esta dinámica genera grandes expectativas en el Gobierno, que espera una inyección significativa de dólares, clave para fortalecer las reservas del Banco Central.
La razón de esta venta anticipada responde a múltiples factores. Por un lado, los productores enfrentan vencimientos de créditos comerciales y bancarios, lo que los obliga a buscar liquidez. Pero el principal incentivo es fiscal: si no se prorroga el esquema actual, las retenciones a la soja podrían volver al 33% desde el actual 26,5% a partir de julio.

“El productor está vendiendo porque necesita liquidez, pero también para evitar el posible aumento de retenciones. Es probable que cerca del 30 de junio la exportación presente DJVE para congelar la alícuota actual, aunque no por todo el volumen que se necesita hasta fin de año”, explicó Dante Romano, investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Las presentaciones de DJVE se concentran principalmente en soja, seguida por el maíz, en un contexto de fuerte presión comercial. No obstante, las reglas del sistema obligan a ingresar las divisas en un plazo de 15 días desde la declaración, lo que implica que los exportadores deban inmovilizar fondos, usualmente mediante títulos públicos.
Lorena D’Angelo, analista de mercados de AZ Group, también observó una mayor presentación de DJVE por parte de los exportadores. “Se están adelantando operaciones para asegurar un derecho de exportación más bajo. En estos días se reactivó también el maíz, especialmente desde que los precios se pagan sobre paridad desde el sector exportador”, explicó.
Según sus proyecciones, el movimiento comercial y financiero podría generar una liquidación de divisas de hasta 3.500 millones de dólares en junio. A pesar de esta cifra significativa, D’Angelo advirtió que el contexto internacional, con precios sin mayor repunte, limita el potencial de liquidación.

Romano coincidió en este análisis y calculó que, si se comercializan cinco millones de toneladas de soja en junio y otras tres millones entre julio y agosto, y con un precio FOB promedio de 400 dólares, podrían ingresarse unos 3.200 millones solo por la oleaginosa. Si se suman 1.500 millones por el maíz, el total superaría los 4.700 millones en apenas tres meses.
Sin embargo, también alertó sobre las restricciones del sistema: “Las multinacionales no pueden comprar sin límites porque enfrentan riesgos financieros y necesitan instrumentos para inmovilizar divisas. Además, hay un techo de crédito para los productores”.
Javier Preciado Patiño, consultor y exsubsecretario de Mercados Agropecuarios, advirtió sobre la doble velocidad del mercado: mientras los productores apuran ventas por la amenaza impositiva, las exportaciones dependen de la demanda internacional. También señaló que un eventual regreso al 33% de retenciones implicaría una pérdida de unos $40.000 por tonelada para el productor, lo que intensifica las decisiones de venta anticipada.
En el plano internacional, el aceite de soja muestra signos de reactivación de la demanda, mientras que la harina sigue por debajo de los niveles de la campaña pasada. En cuanto al maíz, la exportación se mantiene dentro del promedio histórico, con una proyección de 36 a 38 millones de toneladas para toda la campaña.

Respecto del futuro inmediato, el mercado espera definiciones clave del Gobierno. “Todavía tengo la esperanza de que no se restablezcan las antiguas alícuotas”, dijo D’Angelo, aunque reconoció que todo dependerá de los indicadores macroeconómicos. Preciado Patiño, por su parte, consideró “factible” que el anuncio se concrete hacia fin de mes o durante la Exposición Rural de Palermo.
Mientras tanto, el campo se mueve con velocidad y el mercado permanece atento. Si las proyecciones se cumplen, junio podría cerrar como un mes clave en términos de ingreso de divisas por exportaciones agroindustriales.