Exportaciones agroindustriales: septiembre marcó el mejor nivel exportador en cuatro años
Las exportaciones agroindustriales registraron en septiembre de 2025 su mejor desempeño desde 2021, con un fuerte incremento tanto en valor como en volumen. Según datos oficiales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el rubro alcanzó ventas al exterior por 4.930 millones de dólares y despachos por 9,7 millones de toneladas, lo que implicó un crecimiento del 21% en divisas y 14% en volumen interanual.
La mejora del comercio exterior se da en un contexto global competitivo, donde la diversificación de productos y destinos volvió a ocupar un rol clave en la inserción internacional de las cadenas agroalimentarias.
Un aporte decisivo de los complejos cerealero, oleaginoso y tabacalero
Entre los sectores que explicaron el repunte de las exportaciones agroindustriales se encuentra el complejo triguero, que mostró una recuperación notable tras las limitaciones productivas de campañas previas. En septiembre, las ventas externas de trigo registraron un incremento del 268% en valor y 306% en volumen, alcanzando 219 millones de dólares y 933.218 toneladas. Este resultado se vinculó a una mayor disponibilidad de grano y a la reactivación de mercados demandantes en África y Medio Oriente.
El girasol, impulsado por la evolución de los precios internacionales y la mayor industrialización doméstica, también exhibió un desempeño destacado dentro de las exportaciones agroindustriales, con aumentos del 128% en valor y 88% en volumen. Dentro del segmento de productos derivados, el aceite de girasol recuperó participación en destinos que en los últimos años habían reducido su demanda.

A su vez, la soja volvió a consolidarse como el principal motor del comercio exterior agroindustrial. En septiembre, el complejo sojero generó 2.359 millones de dólares, lo que representó un crecimiento del 47% interanual. La mejora se atribuyó a un mayor ritmo de molienda y a la recuperación parcial de envíos a Asia y la Unión Europea.
Otro rubro con evolución positiva dentro de las exportaciones agroindustriales fue el tabaco, que alcanzó 51 millones de dólares tras un incremento del 65% en valor y 59% en volumen. La calidad y trazabilidad del tabaco argentino continúa siendo un diferencial reconocido, especialmente en mercados del sudeste asiático.
Los productos lácteos también anotaron una suba significativa, con 60% más en monto exportado y 46% en volumen, mientras que las frutas de carozo crecieron un 50% en valor, impulsadas por una temporada con mejores rindes y logística más eficiente.

Un año marcado por la recuperación sostenida
Entre enero y septiembre de 2025, las exportaciones agroindustriales totalizaron 85,6 millones de toneladas y 38.054 millones de dólares, lo que representó un aumento del 10% en volumen y del 6% en valor respecto del mismo período del año anterior. El informe oficial destaca que la mejora fue transversal y no solo concentrada en los grandes complejos tradicionales.
Entre los productos que más crecieron en volumen durante el año se encuentran el aceite esencial de naranja (+355%), las preparaciones de durazno (+264%), los porotos vigna secos (+217%), el vermut (+157%), los alimentos balanceados (+123%), las semillas de girasol (+100%) y los panificados (+97%). Este grupo refleja un avance en exportaciones con mayor valor agregado, tendencia que el sector busca consolidar.

Nuevos destinos y políticas que acompañaron el salto exportador
Los mercados que más ampliaron sus compras fueron Angola (+578%), Iraq (+314%), Ghana (+214%), Grecia (+151%), Egipto (+131%), Sudáfrica (+108%), Bangladesh (+68%), Irlanda (+58%) e Italia (+52%). El crecimiento en África y Asia es considerado estratégico para las exportaciones agroindustriales argentinas, dado que reduce la dependencia de compradores tradicionales como China, India o la Unión Europea.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, la combinación entre diversificación comercial y estímulos internos fue clave para el crecimiento de las exportaciones agroindustriales. Entre las medidas mencionadas se destacan la reducción gradual de retenciones en determinados complejos, la mejora de instrumentos de financiamiento y la simplificación de trámites de exportación, orientados a mejorar la competitividad internacional.
