Estados Unidos y China 2025: tregua comercial y los mercados mejoran

En un movimiento inesperado pero bien recibido por los mercados internacionales, Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo clave para poner en pausa su prolongado conflicto comercial, con una reducción significativa de aranceles y la creación de un mecanismo de diálogo que busca prevenir nuevas escaladas. La decisión fue anunciada tras dos días de intensas negociaciones realizadas en Ginebra (Suiza) y comenzará a regir desde el próximo miércoles 14 de mayo.
El acuerdo, de carácter provisional, contempla una suspensión de 90 días en los aumentos arancelarios que ambas potencias se habían impuesto mutuamente en los últimos meses, en el marco de una nueva fase de la conocida “guerra comercial” que comenzó a escalar a inicios de 2025. Esta tregua representa una bocanada de aire fresco para la economía mundial, que había comenzado a mostrar señales de tensión e incertidumbre, particularmente en sectores sensibles como el comercio agroindustrial.
Detalles del acuerdo: una reducción que cambia el escenario
El pacto alcanzado establece que Estados Unidos reducirá los aranceles que había elevado hasta un 145% para importaciones desde China, llevándolos a un 30%. A su vez, el gigante asiático bajará los aranceles que había incrementado hasta el 125% sobre productos norteamericanos, dejándolos en un 10%. Esta medida regirá inicialmente por 90 días, período durante el cual ambas naciones se comprometieron a continuar el diálogo para alcanzar una solución estructural y más duradera.

Además de las rebajas arancelarias, el acuerdo incluye la suspensión de medidas adicionales establecidas por órdenes ejecutivas en ambos países durante abril de 2025. En el caso de Estados Unidos, se suspenderán los aumentos decretados por las órdenes 14259 y 14266, mientras que China eliminará las contramedidas anunciadas por su Comisión de Aranceles Aduaneros en sus anuncios 5 y 6 de 2025.
La tregua no se limita solo a la reducción de impuestos al comercio. Uno de los avances más importantes del encuentro en Ginebra fue el compromiso conjunto de establecer un mecanismo institucional de diálogo económico y comercial. Este canal servirá para monitorear el cumplimiento del acuerdo y discutir los temas pendientes que dieron origen a la escalada arancelaria.
Por el lado estadounidense, los encargados de liderar este proceso serán el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial Jamieson Greer. En representación de China, las conversaciones estarán a cargo del viceprimer ministro del Consejo de Estado, He Lifeng. Las reuniones se llevarán a cabo de manera rotativa en ambos países o en terceros países neutrales, según acuerden las partes.

Impacto global y regional entre Estados Unidos y China: señales de alivio para el agro
El anuncio tuvo repercusiones inmediatas en los principales mercados financieros del mundo, con una mejora en los indicadores bursátiles y una apreciación de monedas emergentes. Pero el impacto más directo podría sentirse en el comercio agrícola, un sector que ha estado particularmente afectado por las tensiones entre Washington y Pekín.
Para Argentina y otros países exportadores de alimentos, la normalización parcial del comercio entre las dos mayores economías del mundo puede traducirse en una mayor estabilidad de los precios internacionales de granos y derivados. Además, reduce la presión competitiva que ejercían las políticas arancelarias sobre productos como la soja y el maíz, claves para la balanza comercial del Mercosur.

Pese al optimismo inicial, analistas advierten que esta tregua es solo una pausa, y que el verdadero reto será alcanzar consensos estructurales sobre temas sensibles como propiedad intelectual, subsidios estatales, reglas de competencia y acceso a mercados.
Por ahora, la decisión de bajar las tensiones brinda una ventana de oportunidad para retomar la senda de un comercio global más fluido y menos politizado. El futuro de las relaciones económicas entre Estados Unidos y China, sin embargo, dependerá de la voluntad política de ambas partes para construir acuerdos duraderos.