Estados Unidos: la ola de calor 2025 golpea los cultivos

La persistente ola de calor que azota gran parte del territorio de Estados Unidos comienza a mostrar consecuencias preocupantes en los cultivos. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicó su duodécimo informe de progreso de cultivos de la campaña 2025, correspondiente al 23 de junio, y los datos reflejan un deterioro en la condición del maíz, además de afectaciones en la soja, el trigo y la avena.
Una extensa cúpula térmica, con temperaturas récord y niveles de humedad asfixiantes, afecta a la mitad oriental del país y pone en jaque tanto a los cultivos de verano como a las cosechas de invierno. El informe oficial advierte que un 30% del maíz se encuentra en condición entre regular, pobre o muy pobre, mientras que los cultivos de soja también acusan el impacto del clima extremo.
Maíz: primer retroceso en la condición
El USDA reportó que el 97% del maíz en los 18 principales estados productores de Estados Unidos ya ha brotado, una cifra apenas por debajo del promedio quinquenal del 98%. En estados como Minnesota, Nebraska, Dakota del Sur y Carolina del Norte, la germinación es total.
Sin embargo, el dato más relevante es la caída en la condición del cultivo. Por primera vez en lo que va de la campaña, disminuyó el porcentaje de maíz en estado bueno o excelente: pasó del 74% la semana anterior al 70%. Un 24% fue clasificado como regular, mientras que un 6% se encuentra en estado pobre o muy pobre.
Además, el informe incluyó por primera vez el seguimiento del avance hacia la etapa de espigado. En nueve estados, el 4% del maíz ha alcanzado esa fase, superando ligeramente el promedio de cinco años del 3%.

Soja: siembra casi finalizada, pero con signos de deterioro
En cuanto a la soja, el 96% de la superficie proyectada en Estados Unidos ya fue sembrada, en línea con el promedio histórico. En Iowa, Nebraska, Dakota del Norte, Dakota del Sur, Minnesota y Luisiana ya se completó la implantación.
El 90% de los cultivos ha emergido, y un 8% ha llegado a la etapa de floración, levemente por encima del 7% que marca el promedio de cinco años.
La condición del cultivo refleja un ligero deterioro respecto a la semana anterior: el 66% de la soja fue calificada como buena o excelente, un 27% regular y un 7% pobre o muy pobre. La exposición prolongada a temperaturas extremas sin lluvias significativas podría profundizar este deterioro en las próximas semanas.

Trigo de invierno: cosecha rezagada y calidad dispar
El 96% del trigo de invierno ya ha espigado, pero solo un 19% fue cosechado al 22 de junio, cuando el promedio quinquenal es del 28%, lo que marca un retraso significativo.
En términos de calidad, el 49% del trigo fue evaluado como bueno o excelente, mientras que un 32% se encuentra en estado regular y un 19% en condición pobre o muy pobre, lo que genera preocupación en medio del desarrollo de la cosecha en Estados Unidos.
Trigo de primavera y avena: rendimientos en duda
En los seis principales estados productores de trigo de primavera, el 93% de los cultivos ha emergido, por debajo del 97% histórico. Un 17% ya espigó, en línea con el promedio del 18%.
Respecto a la condición, el 54% fue calificado como bueno o excelente, un 31% como regular y un 15% como pobre o muy pobre.
En cuanto a la avena, el 60% del cultivo ha espigado, conforme al promedio quinquenal. Sin embargo, solo el 57% se encuentra en buen estado, mientras que el 27% es regular y un preocupante 16% está en condición pobre o muy pobre.

Impacto climático y proyecciones
El informe del USDA no dejó lugar a dudas: el estrés térmico es una amenaza concreta para el rendimiento de los principales cultivos. La falta de precipitaciones, combinada con temperaturas elevadas, está comenzando a impactar negativamente en el desarrollo vegetativo, especialmente en el maíz, que inicia su etapa más crítica.
Además, este escenario coincide con un repunte en las importaciones de soja por parte de China —que aumentaron un 37,5% interanual en mayo desde Brasil—, lo que podría alterar los flujos comerciales y afectar los precios internacionales.
La evolución de la ola de calor y la llegada o no de lluvias será determinante para definir el volumen y la calidad de la cosecha 2025 en Estados Unidos, con impacto global sobre el mercado de granos.