Primer envío histórico: Entre Ríos certificó la exportación de naranjas frescas hacia Ecuador
Se certificó el primer envío de naranjas frescas desde la provincia de Entre Ríos a Ecuador, un hecho que marca un antes y un después para la citricultura regional. El SENASA verificó que la fruta haya recibido el tratamiento obligatorio contra la Mosca de la fruta, garantizando el cumplimiento de los estándares internacionales de sanidad que exige el mercado ecuatoriano y que permiten abrir una vía comercial inédita para la provincia.
Este embarque constituye un hito para la región citrícola de Concordia, que desde hace años busca diversificar destinos y aumentar su presencia en mercados externos tras períodos de fuerte competencia y variabilidad climática.
Control sanitario y certificación oficial
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, fue el encargado de garantizar la sanidad del producto durante todo el proceso, desde la producción en quintas entrerrianas hasta el acondicionamiento final en planta.
La certificación oficial confirma que el envío cumple con las condiciones fitosanitarias exigidas por Ecuador, un punto crucial para ingresar a mercados que presentan altos requisitos en materia de inocuidad, manejo de plagas y trazabilidad. Según fuentes oficiales, este tipo de controles permite respaldar la calidad de la fruta argentina y fortalecer su competitividad frente a otros países exportadores.

Detalles del envío y cumplimiento del protocolo internacional
El envío aprobado desde Entre Ríos consistió en 20 pallets con 1.592 cajas, alcanzando un peso total de 23.880 kilogramos de naranjas frescas. Todo el procedimiento se realizó bajo el Plan de Trabajo Operativo (PTO) acordado entre SENASA y Agrocalidad, la autoridad sanitaria del Ecuador.
Este plan contempla una serie de requisitos estrictos: registro oficial de productores y empacadoras, implementación de buenas prácticas agrícolas (BPA), manejo integrado de plagas, procesos de clasificación y lavado, y el tratamiento cuarentenario de frío (2,2°C durante 21 días), fundamental para eliminar cualquier riesgo de presencia de Mosca de la fruta.
La operación concluyó con la inspección oficial y el muestreo de frutos, además de la emisión del Certificado Fitosanitario de Exportación, que incluyó la declaración adicional requerida específicamente por las autoridades ecuatorianas.
Expectativas del sector y apertura de nuevos mercados
Desde la provincia de Entre Ríos y el sector empresario celebraron este logro y destacaron que este primer envío podría ser el inicio de una expansión comercial sostenida, no solo con Ecuador sino también con otros países que evalúan reabrir o habilitar mercados para cítricos argentinos.
Productores y empacadores de Entre Ríos sostienen que, con esta certificación, la región puede demostrar su capacidad técnica y sanitaria, un aspecto clave para competir frente a grandes exportadores como Sudáfrica, España o Brasil. La expectativa es que el volumen exportado crezca en los próximos años, generando mayor actividad económica, empleo rural y valor agregado en origen.
Acuerdo bilateral que habilitó la exportación
El ingreso de naranjas argentinas a Ecuador fue posible gracias al plan de trabajo firmado entre ambos países en octubre de 2024, que estableció el marco sanitario exigido para la importación de frutas frescas cítricas.
Este acuerdo fue considerado un avance estratégico para el país, ya que abre un nuevo destino para las economías regionales, especialmente en un contexto en el que la diversificación de mercados es crucial para reducir la dependencia de compradores tradicionales y amortiguar los efectos de la volatilidad internacional.

Proyección del sector citrícola entrerriano
Esta primera exportación certificada confirma la capacidad del sector citrícola de Entre Ríos para cumplir estándares internacionales, fortalecer su posicionamiento y adaptarse a los desafíos del comercio global.
El SENASA destacó que continuará trabajando junto a productores, empacadores y autoridades de Entre Ríos para consolidar la sanidad, trazabilidad y calidad de los cítricos argentinos que llegan al mundo.
Para Entre Ríos, este envío representa mucho más que una operación comercial: simboliza el reconocimiento a años de inversión tecnológica, mejora de procesos y profesionalización del sector, que ahora mira hacia nuevos mercados y una proyección de crecimiento sostenido para toda la cadena citrícola.
