Elecciones 2025: Tras el cierre de listas, cómo se reconfigura el escenario en Buenos Aires

Con las elecciones 2025 acercándose, el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires dejó un mapa de ganadores, perdedores y un clima interno en el oficialismo marcado por silencios, roces y equilibrios inestables. En La Libertad Avanza (LLA), el espacio que lidera Javier Milei, el armado bonaerense generó lecturas diversas y expuso las tensiones entre las distintas tribus que coexisten dentro de la coalición con el PRO.
Se cerraron las listas para las elecciones 2025
En la puja por los lugares en las listas legislativas, LLA logró quedarse con el primer candidato en seis de las ocho secciones electorales, mientras que el PRO se impuso en las otras dos. A nivel municipal, la regla fue similar: allí donde gobierna el PRO, se hicieron concesiones —como en Vicente López, donde Soledad Martínez logró un reparto 70/30 en favor del macrismo—, pero en el resto de los distritos los libertarios mantuvieron el control.
El cierre fue liderado en la práctica por Sebastián Pareja, operador clave del oficialismo en territorio bonaerense, con aval de Karina Milei y del armador nacional, Eduardo “Lule” Menem. La foto de los tres el sábado a la medianoche buscó dejar en claro quién manejó la lapicera.

Del otro lado, se notó el retroceso relativo del grupo “Las Fuerzas del Cielo”, vinculado a Santiago Caputo, asesor principal de Milei y cerebro de la estrategia electoral. Este sector apenas obtuvo un lugar entrable en la Tercera sección —donde irá Nahuel Sotelo— y algunos cargos secundarios a nivel municipal. Pese al bajo perfil que mantuvieron sus dirigentes en redes sociales, no hay señales de ruptura. La consigna, por ahora, es disciplina.
Cerca de Caputo relativizan el peso de los lugares en las listas y aseguran que su preocupación pasa más por la orientación política de las candidaturas que por los nombres. El grupo sigue bregando por sostener el perfil ideológico libertario y ve con recelo a algunos dirigentes del PRO integrados al armado, a quienes señalan como representantes del “statu quo”.
Uno de los signos de malestar surgió en redes sociales, donde cuentas cercanas al entorno de Karina Milei —como @mediceneljefe— deslizaron críticas veladas al acuerdo con el PRO. En ese sentido, hay sectores que aún miran con desconfianza la integración de figuras vinculadas a Jorge Macri, un dirigente con quien Milei mantiene diferencias personales y políticas.

En el entorno de los Menem, en cambio, se muestran conformes. Lograron ubicar a sus candidatos, mantener el control del armado legislativo y pasar indemnes por la polémica que rodeó a una preadjudicación del Banco Nación a una empresa vinculada a la familia. Pese al ruido mediático, en la Casa Rosada consideran que el episodio no escaló y que no afectó el cierre de listas.
De cara a la campaña, el oficialismo ya trabaja con la vista puesta en el 7 de septiembre, cuando se realizarán las elecciones legislativas bonaerenses. El objetivo es nacionalizar la contienda y fortalecer el “sello” de La Libertad Avanza, incluso frente a la baja notoriedad de varios de sus candidatos. En la Tercera sección, por ejemplo, el elegido para encabezar fue Maximiliano Bondarenko, un ex comisario que responde directamente a Pareja y que buscará capitalizar el discurso de mano dura en temas de seguridad.
¿Se meterá Milei en la campaña bonaerense? Algunos lo dan por hecho, aunque advierten que su presencia será limitada y medida al milímetro por cuestiones de seguridad. Por ahora, el Presidente prefiere mostrarse por encima de las internas, concentrado en su objetivo central: derrotar al gobernador Axel Kicillof en su propio bastión.

Así, con las listas cerradas y las heridas aún frescas, el oficialismo se encamina hacia una nueva etapa: la del ordenamiento interno y el inicio de la campaña. La tensión sigue latente, pero la prioridad —al menos por ahora— es mantener la unidad y evitar que las fricciones internas opaquen la apuesta electoral.