El maíz se prepara para recuperar 170.000 hectáreas en la zona núcleo
Tras dos campañas atravesadas por el impacto de la chicharrita y una severa sequía, el cultivo de maíz en la región núcleo se encamina a una importante recuperación en el ciclo 2025/26. Según la primera encuesta de intención de siembra realizada por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se estima un aumento del 10% en la superficie destinada al cereal, lo que implicaría un salto de 1,64 a 1,8 millones de hectáreas sembradas.
De confirmarse esta proyección, se trataría de la tercera campaña con mayor superficie sembrada en los últimos 18 años, un dato que refleja el regreso de la confianza de los productores y técnicos en el potencial del maíz como cultivo estratégico para la región central del país.
La chicharrita, menos temida que en campañas anteriores
Durante los ciclos 2023/24 y 2024/25, la aparición de la chicharrita (Dalbulus maidis) y su capacidad para propagar enfermedades como el Spiroplasma generaron un freno en la expansión del maíz. Sin embargo, para el nuevo ciclo, el panorama parece haber cambiado.
“La preocupación por la plaga es menor”, indica el informe de la BCR. Los ingenieros agrónomos del centro-sur de Santa Fe destacan que ya se encuentran disponibles productos biológicos eficaces para su control. Además, se monitorean con mayor intensidad las poblaciones del insecto y se promueve una estrategia de siembras tempranas, aprovechando la recuperación de la humedad en los perfiles del suelo tras las lluvias del otoño.
En este sentido, se espera que muchos productores, especialmente en zonas que no puedan concretar la siembra de trigo debido al exceso de humedad —como ocurre en parte del norte bonaerense—, decidan volcarse al maíz o a la soja como alternativas viables. Esta reconfiguración podría sumar al menos 170.000 nuevas hectáreas al maíz en la región núcleo, lo que permitiría apuntar a una producción cercana a las 15 millones de toneladas.
Un contexto climático más favorable
Otro factor que juega a favor de este resurgimiento maicero es el pronóstico climático para los próximos meses. La Bolsa de Comercio de Rosario señala que no se esperan desviaciones importantes en las temperaturas invernales, lo que alejaría la posibilidad de un invierno cálido y húmedo, condiciones que suelen favorecer el desarrollo de la chicharrita.
No obstante, los técnicos advierten que no hay que bajar la guardia. “Todos los ingenieros de las áreas afectadas coinciden en que es fundamental continuar con el control de los maíces guachos durante los barbechos invernales, ya que pueden actuar como reservorios de la plaga”, remarcan desde la entidad.
Un rebote tras dos años críticos
La tendencia al crecimiento en la superficie de maíz había sido sostenida durante la última década, con la excepción de las campañas 2022/23 y 2024/25. En el primer caso, la histórica sequía obligó a recortar fuertemente las intenciones de siembra, mientras que en el segundo, fue el temor al impacto de la chicharrita lo que llevó a los productores a migrar a otros cultivos menos riesgosos.
Ahora, con mejores condiciones climáticas, productos de control más efectivos y una estrategia agronómica más clara, el maíz parece listo para retomar su lugar protagónico en la región núcleo. La campaña 2025/26 se perfila como una oportunidad clave para consolidar ese retorno, siempre que se mantenga el monitoreo sanitario y se sostenga la estrategia de diversificación de fechas y tecnologías de siembra.
La expectativa es alta y la apuesta también. El maíz, una vez más, vuelve a estar en el centro de las decisiones productivas.
