El frío salvó la campaña de trigo 2025: se completa la siembra y el rinde apunta alto


El ingreso de una masa de aire frío y seco cambió de forma drástica el escenario para el trigo en la región núcleo. Cuando el clima amenazaba con dejar fuera de carrera a unas 300.000 hectáreas que no se podían sembrar por falta de piso, la baja de temperaturas estabilizó las condiciones y permitió avanzar con fuerza. En apenas 48 horas —el lunes 23 y martes 24 de junio— se reactivaron las sembradoras y se cubrieron más de 250.000 hectáreas en zonas clave como el noreste bonaerense y el sudeste santafesino, según informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Gracias a esta recuperación, se estima que se logrará implantar el 97% de las 1,6 millones de hectáreas de trigo previstas originalmente, quedando un ajuste marginal de apenas 50.000 hectáreas. A pocos días del cierre de la ventana óptima, técnicos y productores celebran una remontada que hace una semana parecía improbable.

Zonas en recuperación de trigo

En regiones como Colón y Baradero, donde aún falta sembrar cerca del 70% del área, los técnicos son optimistas: aseguran que, aunque en algunos casos fuera del período ideal, se llegará a completar la superficie prevista. En General Pinto, ya se logró cubrir el 85%, y en el centro-sur santafesino, en localidades como Aldao, las labores de trigo están prácticamente finalizadas.

El oeste de la región núcleo muestra un panorama aún más alentador. En Corral de Bustos y Marcos Juárez, la siembra concluyó y los lotes emergen en muy buen estado, gracias a la humedad acumulada en el perfil y al clima más estable que siguió al frente frío.

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Condiciones para una campaña destacada

El entusiasmo del sector por el trigo se apoya en tres factores clave: el cumplimiento casi total del área de intención, los excelentes niveles de humedad en el primer metro del suelo, y una apuesta decidida por tecnología de punta.

La humedad actual del perfil es comparable con la de campañas sobresalientes como la de 2021 (47,3 qq/ha) y la de 2017 (44,6 qq/ha). Sin embargo, este año las expectativas son aún mayores. Técnicos de la zona núcleo afirman que, por la inversión en insumos y manejo, se podría apuntar a superar los 50 quintales por hectárea en promedio.

Fuerte apuesta tecnológica

Uno de los pilares del optimismo es la inversión inicial en fertilización. Se aplicaron dosis elevadas de urea —más de 200 kg/ha en muchos lotes— y se llegó incluso a 300 kg/ha en los esquemas más ambiciosos. También se utilizaron 100 kg/ha de MAP (fosfato monoamónico) en planteos que apuntan a rendimientos cercanos a los 55 qq/ha.

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“Se le ha puesto toda la música al trigo”, grafican los técnicos de Aldao, en referencia al nivel de tecnología aplicado. Sin embargo, también alertan por el encarecimiento de la urea, que en las últimas semanas subió entre 70 y 80 dólares por tonelada, lo que podría afectar los planes de refertilización y, en particular, complicar los costos para el maíz de la próxima campaña de trigo.

Rentabilidad bajo la lupa

Los márgenes proyectados difieren notablemente según el nivel tecnológico y si el campo es propio o alquilado. Un planteo de alta tecnología, con 300 kg de urea y 100 kg de MAP, apuntando a un rinde de 55 qq/ha, arroja un margen positivo de 165 u$s/ha en campo propio, pero se reduce a solo 25 u$s/ha en campo alquilado.

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En cambio, un planteo más conservador, con 200 kg de urea y 50 kg de MAP, y un rinde objetivo de 35 qq/ha, deja un margen de 68 u$s/ha en campo propio, pero da una pérdida de -96 u$s/ha en campo alquilado.

Con casi toda el área cubierta, buena humedad en el suelo y una inversión tecnológica récord, la campaña triguera 2024-2025 se encamina a ser una de las más prometedoras de los últimos años. Aunque quedan desafíos por delante, el frío no solo estabilizó los lotes: también reactivó el optimismo del productor.