Leve repunte en las economías regionales, aunque persisten sectores en alerta


El más reciente informe del Semáforo de Economías Regionales elaborado por Coninagro reflejó una leve mejora en el desempeño general de las producciones agroindustriales del país durante agosto. Si bien persisten dificultades en varios sectores, se observan señales de recuperación en algunos rubros clave, especialmente en los granos, las peras y las manzanas, que se sumaron al grupo con resultado favorable. En contraste, el arroz, el vino y la papa continúan entre las actividades más comprometidas.

De acuerdo con el relevamiento, seis actividades se ubicaron en verde, ocho en amarillo y cinco en rojo, lo que marca una ligera mejora respecto del mes anterior. Los granos, las peras y las manzanas pasaron a tener desempeño positivo, mientras que la mandioca logró salir de la zona roja y ubicarse en un nivel intermedio.

Qué mide el indicador

El Semáforo de Economías Regionales es una herramienta que busca reflejar el estado de situación de las principales economías regionales del país, combinando tres componentes con el mismo peso relativo: negocio, productivo y mercado.

  • El componente de negocio evalúa la evolución de los precios percibidos por el productor en relación con los costos de producción.
  • El productivo analiza variables como el área sembrada, el stock o el volumen de producción.
  • Y el mercado contempla las exportaciones, las importaciones y el consumo interno.

El color asignado a cada sector refleja, de esta forma, el equilibrio entre rentabilidad, producción y dinámica comercial, permitiendo identificar tendencias y niveles de riesgo o estabilidad en cada una de las economías regionales.

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Los sectores que avanzan

Entre las economías regionales con desempeño más favorable —las señaladas en verde— se encuentran las producciones bovina, porcina, aviar, ovina, de granos y de peras y manzanas.

Estos sectores se destacaron por registrar precios que crecieron por encima de la inflación, además de una buena performance exportadora. En el caso particular del ganado bovino, el informe resalta que el precio del kilo vivo aumentó un 46% interanual, superando tanto la inflación como el incremento de los costos de alimentación y sanidad. A esto se suma una suba del 42% en las exportaciones durante los últimos doce meses, lo que refuerza la solidez del segmento.

También el sector frutícola del Alto Valle muestra una mejora, impulsada por una demanda externa más firme y por la recuperación de precios en origen, especialmente en peras y manzanas.

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Los que se mantienen estables

Dentro del grupo amarillo, que representa estabilidad pero sin mejoras significativas, se ubican el algodón, el sector forestal, la miel, el maní, la leche, el tabaco, los cítricos dulces y la mandioca.

Estas economías regionales muestran cierta regularidad en sus niveles de producción y rentabilidad, aunque no logran todavía revertir del todo los efectos de los aumentos de costos y la volatilidad de los precios. En la mayoría de los casos, los valores de venta apenas acompañaron la inflación, lo que deja márgenes ajustados para los productores.

El caso de la mandioca es uno de los pocos con evolución positiva dentro de este grupo, al pasar de rojo a amarillo gracias a una mejora en la demanda y cierta recuperación de precios, aunque aún persisten desafíos de rentabilidad.

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Economías en alerta

En el extremo opuesto, las actividades en rojo —las más comprometidas de las economías regionales— son la yerba mate, el arroz, la papa, el vino y mosto, y las hortalizas. En todos estos casos, el componente de negocio resulta el principal factor negativo, con precios muy por debajo del incremento de los costos e inflación.

El ejemplo más crítico es el del arroz, donde el informe de Coninagro advierte que la caída real del precio fue del 50% interanual, pese a que tanto el área sembrada como las exportaciones registraron aumentos. Esta pérdida de rentabilidad, combinada con altos costos de energía y transporte, mantiene a la actividad en una situación delicada.

También el sector vitivinícola continúa enfrentando un contexto complejo, con una merma en el consumo interno y precios que no logran cubrir los costos de producción, mientras que las hortalizas siguen afectadas por la inestabilidad climática y los problemas logísticos.

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Un panorama que muestra señales de alivio

Aunque los números siguen mostrando disparidades entre las economías regionales, Coninagro destacó la leve mejora general del semáforo productivo, interpretándola como una señal de estabilidad incipiente luego de varios meses de retrocesos. La entidad remarcó que la recuperación será sostenible solo si se consolidan condiciones macroeconómicas más previsibles y políticas que favorezcan la competitividad de las economías regionales.

En síntesis, el semáforo de agosto dejó un mensaje moderadamente optimista: las luces verdes comienzan a multiplicarse, pero aún hay muchas actividades que siguen en alerta y requieren medidas urgentes para no quedar rezagadas.