Aldosivi ganó un partido para el infarto y condenó al descenso a San Martín (SJ) y Godoy Cruz


En una tarde cargada de dramatismo, emociones cambiantes y un cierre digno de un guion cinematográfico, Aldosivi logró la hazaña de quedarse en la Primera División tras vencer 4-2 a San Martín de San Juan, un resultado que también sentenció el descenso del Verdinegro y de Godoy Cruz, que no pasó del 1-1 ante Deportivo Riestra en Mendoza. El Tiburón llegó a la última fecha con la ventaja de depender de sí mismo, y aunque cumplió con su objetivo, debió soportar un sufrimiento intenso.

El marco no podía ser más tenso: la disputa del descenso entre tres equipos por un solo lugar en la máxima categoría del fútbol argentino transformó la jornada en una montaña rusa emocional. Con cada gol en Mar del Plata o Mendoza, las tablas se reacomodaban. Finalmente, el equipo marplatense salió victorioso en un cierre repleto de incertidumbre hasta el último segundo.

Un primer tiempo tenso y lleno de nervios

El encuentro comenzó bajo un clima de angustia plena. Aldosivi sabía que debía ganar para evitar depender de otros resultados, mientras que San Martín buscaba una victoria que lo salvara siempre y cuando también se diera un tropiezo ajeno. Los primeros minutos mostraron esa carga emocional: los equipos estuvieron imprecisos y priorizaron no dejar espacios antes que lanzarse al ataque.

La tensión ante la amenaza del descenso era tal que cualquier error técnico generaba murmullos en las tribunas. Los arqueros casi no fueron exigidos y los mediocampos se poblaron de disputas cortas, faltas tácticas y mucha cautela. Fue un primer tiempo más estratégico que vistoso, en el que ninguno quiso arriesgar demasiado.

El Verdinegro golpea primero y cambia todo

Las emociones fuertes llegarían recién en el complemento. Y fueron los sanjuaninos quienes dieron el primer golpe. A los 20 minutos, Santiago Barrera encontró un rebote en el área y definió con precisión para marcar el 1-0. El gol cambió radicalmente el panorama del descenso: con ese tanto, Aldosivi caía a zona de descenso, mientras que San Martín escalaba posiciones.

El impacto del gol fue inmediato en el estadio. El silencio ganó las tribunas del Minella, y el nerviosismo creció entre los jugadores del Tiburón. El Verdinegro aprovechó ese momento anímico y jugó algunos minutos con mayor comodidad, sabiendo que el triunfo lo salvaba prácticamente de todo.

La reacción inmediata del Tiburón

Sin embargo, el equipo dirigido por Guillermo Farré no tardó en reaccionar. Empujado por el aliento de la gente y consciente de la urgencia, Aldosivi adelantó líneas y recuperó intensidad. Fue entonces cuando Santiago Moya apareció en el corazón del área para capturar un rebote y definir cruzado, decretando el 1-1 que devolvía la esperanza al local.

Godoy Cruz, Descenso

El empate revitalizó al Tiburón y descolocó a la visita. Desde ese momento, Aldosivi jugó con un envión anímico importante y comenzó a encontrar espacios donde antes no los había. El equipo sanjuanino retrocedió varios metros, obligado a reorganizarse.

Rami lo da vuelta y renueva la esperanza

La remontada continuó pocos minutos después. En una jugada elaborada por la banda derecha, Franco Rami apareció dentro del área para conectar un centro preciso y marcar el 2-1. Ese gol puso nuevamente a Aldosivi fuera de la zona de descenso y devolvió la tensión al lado sanjuanino.

Con la ventaja, el Tiburón vivió su mejor tramo del partido. Controló la pelota, manejó los tiempos y obligó a San Martín a adelantarse con más desesperación que claridad. Parecía que el local encaminaría un cierre más tranquilo, pero aún quedaban capítulos dramáticos por escribirse.

San Martín empata con un penal agónico

En la recta final, San Martín se jugó el todo por el todo. Lanzado al ataque, forzó un penal ya en tiempo cumplido. Tomás Fernández lo cambió por gol con una ejecución firme que puso el 2-2 y sumió al estadio en un silencio absoluto. Ese tanto volvía a condenar a Aldosivi, que debía convertir nuevamente para evitar el descenso.

El golpe fue duro, pero breve. La visita se ilusionó con la permanencia en ese instante efímero en el que el empate servía para sobrevivir. Sin embargo, lo más increíble estaba por ocurrir a continuación, en apenas segundos.

El gol de Giani que lo cambió todo

Cuando parecía que Aldosivi no tendría tiempo para reaccionar, Justo Giani tomó la pelota en la reanudación, avanzó unos metros y sacó un remate letal que se metió junto al palo. El 3-2 desató un estallido inolvidable en Mar del Plata: un gol inmediato, inesperado y decisivo para evitar el descenso.

El tanto fue un cimbronazo para San Martín, que quedó golpeado emocionalmente y con muy poco margen para recomponerse. Aldosivi, en cambio, recuperó la confianza y defendió la ventaja con uñas y dientes hasta el final.

Preciado sella la victoria y el milagro

Ya con el partido agonizando, San Martín dejó enormes espacios en defensa y Aldosivi aprovechó una contra que terminó en penal. Ayrton Preciado lo ejecutó con seguridad y marcó el 4-2 definitivo que aseguró la permanencia del Tiburón. El estadio explotó en un festejo que mezcló alivio y emoción pura.

Descenso, Aldosivi, San Martín de San Juan

Ese último tanto fue la rúbrica de un partido cargado de sobresaltos, en el que Aldosivi debió reinventarse una y otra vez para evitar el descenso. El marcador final reflejó la eficacia del local en los momentos clave.

Balance final: Aldosivi celebra, San Martín y el Tomba descienden

El triunfo selló la continuidad del Tiburón en Primera División, coronando un cierre de campeonato extraordinario: cinco victorias en los últimos seis partidos, un rendimiento que finalmente valió la salvación. El trabajo de Guillermo Farré resultó determinante en la recuperación del equipo.

En contrapartida, San Martín consumó su regreso a la B Nacional apenas un año después de ascender, mientras que Godoy Cruz perdió la categoría tras 17 temporadas consecutivas. La jornada dejó un final electrizante, con cambios constantes en el mapa del descenso y una definición que será recordada por mucho tiempo.