Creep feeding: la técnica que suma hasta US$ 214 por ternero y gana terreno con los precios actuales
La técnica del creep feeding volvió a posicionarse como una de las herramientas más atractivas para mejorar los resultados económicos en la cría bovina. Según un informe de la Asociación Argentina de Angus, elaborado por el especialista Estanislao Quiroga (AZ Group), el sistema que consiste en ofrecer alimento adicional a los terneros mientras permanecen con sus madres presenta hoy una relación costo-beneficio excepcional, impulsada por el precio del balanceado y el valor del ternero de destete.
Una práctica simple que potencia el destete
El Informe de diciembre de Angus remarca que el creep feeding es una técnica sencilla, que no genera efectos negativos sobre las vacas y que permite mejorar de forma significativa el crecimiento de los terneros. El aporte de alimento adicional al pie de la madre resulta en aumentos de peso diarios superiores, lo que se traduce en un destete más pesado y, por lo tanto, en un mayor ingreso por animal.
Según el análisis, los resultados económicos dependen principalmente de tres variables:
– el precio del ternero
– el costo del alimento balanceado
– y la eficiencia lograda (aumento diario de peso extra).
La combinación actual de precios favorece fuertemente la adopción del creep feeding. Hoy, se necesitan solo 73 gramos de ternero para comprar un kilo de alimento balanceado, cuando el promedio histórico es de 109 gramos por kilo. En otras palabras, alimentar al ternero es hoy relativamente más barato en comparación con el valor del kilo de destete.
Relación de precios y aporte real al crecimiento
Además de la cuestión económica, el informe enfatiza un punto clave: la contribución marginal del alimento al peso final del ternero. Esto implica analizar cuánto ganaría el ternero sin suplementación y cuánto puede ganar con el aporte del creep feeding.
En rodeos donde la ganancia natural al pie de la madre es baja, la técnica muestra su mayor potencial. En cambio, cuando los terneros ya vienen con altas ganancias de peso sin suplementación, el beneficio marginal disminuye.
El análisis económico: números que acompañan
El estudio toma como referencia valores corrientes de terneros, alimento balanceado y comederos, y modela una aplicación de la técnica con los siguientes parámetros productivos:
- Duración: 120 días
- Peso inicial: 100 kg por animal
- Aumento diario de peso (ADP) con suplementación: 1 kg/día
- ADP sin suplementación: 0,5 kg/día
- Consumo diario de alimento: 1% del peso vivo
Con este esquema, el creep feeding permite obtener un ingreso adicional de US$ 214 por ternero. El margen de contribución —descontando los costos— se ubica en US$ 148 por cabeza, un resultado considerado muy favorable.
Sin embargo, el informe aclara que estos resultados dependen de la contribución efectiva del alimento a la ganancia de peso. Si la diferencia entre el ADP con y sin suplementación es menor, la rentabilidad del sistema se reduce.
Cuándo conviene más: rodeos de menor desempeño
Quiroga concluye que el creep feeding es una herramienta rentable bajo las condiciones actuales, pero su verdadero diferencial aparece en rodeos donde los terneros ganan menos de 500 gramos diarios al pie de la madre.
Este es el caso, por ejemplo, de:
- hijos de vaquillonas,
- vacas de menor condición corporal,
- rodeos de parición tardía.
En estos sistemas, la suplementación representa un salto de eficiencia notable y los resultados económicos “son muy interesantes”, asegura el informe.
Por el contrario, en rodeos donde los terneros ya ganan 700 gramos o más por día sin suplementación, la técnica aporta beneficios marginales, que pueden no justificar la inversión en determinadas condiciones.
Una oportunidad para mejorar la eficiencia en la cría
Con un escenario de precios que juega a favor y una demanda creciente por mejorar la producción de carne con mayor eficiencia, el creep feeding vuelve a ser una herramienta clave. Su simplicidad, el menor costo relativo del alimento y el impacto directo en el peso de destete lo posicionan como una estrategia especialmente valiosa para establecimientos con rodeos de desempeño medio o bajo.
En un contexto donde cada kilo extra cuenta, la posibilidad de sumar US$ 214 por ternero convierte a esta técnica en una alternativa difícil de ignorar para los productores ganaderos argentinos.
