Cosecha de fruta 2025: crece la producción de peras y manzanas, pero emergen nuevos desafíos


El Alto Valle superó el millón de toneladas en su cosecha de fruta, con buen desempeño exportador y fuerte impulso del destino industrial. Sin embargo, la caída de la calidad, los desajustes en las proyecciones y la incertidumbre del mercado interno obligan al sector a actuar con cautela.

Con el cierre del primer semestre del año, el complejo frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén comienza a trazar el balance preliminar de la cosecha de fruta 2025. Según datos oficiales del SENASA y la Secretaría de Fruticultura de Río Negro, la producción teórica de peras y manzanas alcanzó las 1.122.800 toneladas, lo que representa un 7% más que en 2024 y un 6% por encima del promedio de las últimas cinco temporadas.

Aunque el crecimiento agregado puede parecer modesto, el análisis detallado por especie y destino comercial revela una estructura más dinámica y heterogénea, donde los desafíos superan en complejidad al aumento de volumen.


Fruta, Pera, Producción

Peras: exportaciones estables, calidad en baja

La producción de peras cerró en 632.700 toneladas, apenas un 1% más que en 2024, pero un 7% superior al promedio quinquenal. Este leve repunte se logró a pesar de condiciones climáticas adversas, con heladas tardías y granizo que afectaron parte de la fruta.

El comercio exterior mostró señales positivas: las exportaciones crecieron un 7%, reflejando una demanda internacional relativamente firme. El mercado interno registró un incremento del 2%, mientras que el destino industrial subió un 15%, evidenciando la versatilidad del sector para reubicar volúmenes fuera del circuito fresco.

Sin embargo, uno de los datos más preocupantes de esta fruta fue la caída del 22% en los stocks de peras almacenadas. Al 30 de abril, había 122.100 toneladas en cámaras, unas 35.000 menos que en 2024. Aunque esta cifra sigue siendo un 6% superior al promedio quinquenal, la merma se explica por la pérdida de calidad de la fruta, lo que forzó el descarte o el desvío hacia la industria.

Fruta, Manzanas, Cosecha

Además, el sector quedó sorprendido por el desajuste entre las proyecciones iniciales y el resultado final. A fines de 2024 se estimaba una baja del 20% en la producción, lo que plantea interrogantes sobre la eficacia de las herramientas de previsión agroclimática y la necesidad urgente de revisarlas.


Manzanas: crecimiento productivo e impulso industrial

En contraste, la producción de manzanas alcanzó 490.100 toneladas, con un aumento interanual del 13% (unas 57.000 toneladas más). El repunte de esta fruta se reflejó en todos los destinos: las exportaciones crecieron un 20%, el mercado interno un 6%, y el destino industrial tuvo un incremento del 40%, convirtiéndose en una alternativa fundamental para absorber el volumen excedente o de baja calidad.

Solo en esta primera parte de la temporada, más de 158.000 toneladas de manzanas fueron destinadas a la industria para jugos, compotas y derivados. En términos absolutos, esto representa 40.000 toneladas más que en 2024, consolidando al sector industrial como un pilar clave para descongestionar los canales tradicionales y sostener la rentabilidad.


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Perspectivas y desafíos para el segundo semestre

Los datos del primer semestre con respecto a la cosecha de fruta dibujan un escenario mixto: producción en crecimiento, exportaciones firmes y un rol creciente de la industria, pero también caída en la calidad, aumento de costos e incertidumbre comercial.

Un punto favorable es que, en términos generales, la fruta almacenada presenta mejores condiciones que en campañas anteriores, lo que podría facilitar una comercialización fluida si la demanda acompaña. Sin embargo, el mercado interno sigue siendo una incógnita: el bajo dinamismo del consumo minorista pone en duda la posibilidad de mantener precios rentables para los operadores.

En este contexto, el sector exportador de fruta vuelve a tener un rol clave. La capacidad de abrir y dinamizar mercados alternativos será esencial para sostener ingresos y descongestionar el sistema. La industria, por su parte, se consolida como un canal cada vez más estratégico, especialmente en el caso de la manzana.


Manzanas, Fruta

Un ciclo de transición

La temporada 2025 de la cosecha de fruta puede considerarse un ciclo de transición. Si bien el crecimiento moderado en volumen representa una buena noticia, los factores climáticos adversos, los errores de estimación y la fragilidad del mercado interno obligan a repensar estrategias. En lo que resta del año, serán determinantes el comportamiento del consumo, la evolución del tipo de cambio, la política fiscal y el escenario internacional.

En definitiva, más allá de las cifras, la capacidad de adaptación sigue siendo el activo principal de una actividad que, aunque golpeada, ha demostrado ser resiliente.