Ruta 10 en Córdoba: productores e intendentes exigen pavimentación de un tramo clave

Productores, vecinos e intendentes de Las Acequias y Adelia María levantaron su voz ante la decisión del Gobierno de Córdoba de dejar fuera de obra 42 kilómetros de la Ruta Provincial 10, un tramo considerado vital para la conectividad y el desarrollo económico del sur provincial. La medida generó un reclamo conjunto que reúne a autoridades locales, entidades rurales y consorcios camineros, quienes advierten que el aislamiento vial “frena el progreso y la competitividad regional”.
Durante la última reunión del Cuerpo de Delegados de la Sociedad Rural de Río Cuarto, encabezada por su presidente, Heraldo Moyetta, y el titular del cuerpo, Ricardo Castañeira, se analizó el impacto que tendría la exclusión de este tramo del plan provincial de pavimentación. El encuentro contó con la participación del intendente de Las Acequias, Germán Martini, productores, vecinos y representantes de los Consorcios Camineros de ambas localidades.
Un tramo estratégico que impulsa el desarrollo
El eje del reclamo gira en torno al tramo que une Las Acequias con Adelia María, actualmente de ripio, y cuya pavimentación —según destacaron los asistentes— es clave para mejorar la competitividad agroindustrial, la circulación de la producción y la integración regional.
“Es un tramo estratégico que conecta dos comunidades productivas, y su pavimentación beneficiaría no solo a los frentistas, sino a toda la región”, señalaron los participantes. “No se trata solo de una cuestión de comodidad vial, sino de una herramienta de desarrollo económico y social”.

La decisión de Córdoba de excluir ese segmento del programa de obras y exigir el aporte económico de los frentistas generó fuerte malestar. Los productores denunciaron un trato desigual, dado que otros tramos de la misma ruta —como el que une Levalle con Adelia María— fueron financiados íntegramente con fondos públicos. “Pedimos igualdad ante la ley. Si en un caso se hizo con recursos del Estado, no hay motivo para que en este otro se pida un esfuerzo adicional a los vecinos”, reclamaron.
Polémica por un camino alternativo
El reclamo en Córdoba se intensificó tras conocerse la posibilidad de que el Gobierno provincial redirija la traza hacia un camino alternativo conocido como “camino de los cuatreros”, que corre en paralelo a la Ruta 10. Según los vecinos, esa opción atraviesa zonas de bañados y médanos, lo que encarecería los costos de construcción, complicaría el mantenimiento y generaría impactos ambientales negativos.
En contraste, la traza original de la Ruta 10 de Córdoba —defienden— es más corta, viable y cercana al gasoducto manisero, una infraestructura estratégica que abastece a emprendimientos agroindustriales y plantas procesadoras de la zona. “Desviar la ruta sería un sinsentido económico y logístico. Además, el camino actual es el que históricamente utilizamos para transportar granos, hacienda y productos”, remarcaron.

Una comitiva para defender la traza original
Durante la reunión en Río Cuarto se resolvió la conformación de una comitiva conjunta integrada por representantes de ambas localidades, sus intendentes, los consorcios camineros y las Sociedades Rurales. El objetivo será presentar un pedido formal ante el Gobierno de Córdoba para revisar el proyecto y postergar cualquier avance sobre el camino alternativo hasta que se realicen los estudios técnicos necesarios.
Los delegados coincidieron en que la pavimentación del tramo entre Las Acequias y Adelia María no puede quedar relegada, ya que representa una obra de integración territorial que trasciende lo local. “La falta de pavimento afecta la competitividad del sector agropecuario, encarece los costos logísticos y limita el acceso a servicios esenciales como salud y educación”, subrayaron.

Reclamo por igualdad y arraigo
Más allá del pedido puntual, el reclamo en Córdoba refleja una demanda estructural: la necesidad de políticas equitativas para las comunidades rurales. Los vecinos advirtieron que mantener sin asfaltar la Ruta 10 significará perpetuar desigualdades y desalentar el arraigo.
“Cada lluvia convierte el camino en un obstáculo para la producción y la vida cotidiana. No pedimos un privilegio, pedimos una oportunidad para seguir creciendo con las mismas condiciones que el resto”, resumieron los productores.