Córdoba: un invierno histórico con lluvias hasta siete veces superiores al promedio

Las lluvias invernales han sorprendido en gran parte de Córdoba este 2025, con registros que rompieron todos los esquemas en una época del año en la que las precipitaciones suelen ser escasas o casi nulas. Desde mayo y hasta bien entrada la primavera, las descargas pluviales en la provincia rara vez son intensas. Sin embargo, este invierno mostró un julio con abundancia de agua, que cambió el panorama productivo y dio un respiro a los cultivos que venían castigados por las heladas.
De acuerdo con las estadísticas elaboradas por la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), el mes pasado se consolidó como uno de los más lluviosos de los últimos tiempos. En la zona sureste de la provincia, incluso, las precipitaciones fueron entre cinco y siete veces superiores al promedio histórico, una rareza que impactó directamente en el trigo y el garbanzo, los dos cultivos invernales de mayor relevancia.
Lluvias abundantes en Córdoba
El informe de la red de estaciones meteorológicas de la BCCBA fue categórico: en todos los departamentos de Córdoba se registraron lluvias por encima de lo normal durante julio. En una provincia donde en pleno invierno lo habitual es no superar los 10 milímetros mensuales, este año hubo al menos 11 departamentos que superaron los 40 milímetros.

“Este aporte hídrico contribuyó a revertir la situación desfavorable con la que había comenzado la campaña fina en Córdoba”, destacó la entidad. La recarga de humedad no solo mejoró la condición de los cultivos de invierno, sino que también dejó mejores perspectivas de cara a la campaña gruesa, ya que los perfiles de suelo se encuentran en mejor estado.
El trigo y el garbanzo, los grandes beneficiados
Según la Bolsa, tras estas precipitaciones, los cultivos invernales en Córdoba se vieron ampliamente favorecidos, logrando contrarrestar los daños ocasionados por las heladas previas.
En el caso del trigo, las lluvias permitieron revertir el retraso fenológico, y la mayoría de los lotes presentan una condición entre muy buena y excelente, con una menor proporción en estado regular o malo respecto de los relevamientos anteriores. Actualmente, el cultivo se encuentra mayoritariamente en macollaje, con un 3% ya en elongación del tallo, etapa clave de crecimiento.

Por su parte, el garbanzo mostró una respuesta igualmente positiva. Aunque gran parte de la superficie sembrada este año se ubica bajo riego, la entidad remarcó que las precipitaciones fueron determinantes para los lotes en secano, que dependen exclusivamente de la lluvia. La mayoría de las plantas se encuentran con tres a cuatro hojas multifoliadas desplegadas, y a punto de entrar en floración temprana, una fase crítica donde la humedad disponible es esencial para asegurar un buen rendimiento.
Agua, clave para el desarrollo
El reporte subraya que la disponibilidad de agua juega un papel crucial en estas etapas de crecimiento. La falta de humedad en el suelo puede limitar el desarrollo foliar y, en consecuencia, reducir el rendimiento potencial de los cultivos. Este año, el aporte pluvial vino a cubrir esa necesidad en un momento estratégico, asegurando una base sólida para la campaña invernal.
Además, se suma un dato alentador: el estado sanitario de los cultivos es favorable, con baja o nula presión de plagas y enfermedades. En trigo solo se detectaron casos aislados de pulgón verde (Myzus persicae) y de roya anaranjada (Puccinia triticina), ambos con baja incidencia. En el garbanzo, el único inconveniente reportado fueron malezas crucíferas en estadios iniciales, sin relevancia productiva por el momento.

Un invierno para recordar
El 2025 se perfila como un año que quedará en la memoria de los productores cordobeses. Tras un inicio marcado por la preocupación por las heladas, las lluvias extraordinarias de julio revirtieron el escenario y devolvieron la esperanza de una campaña invernal de buenos resultados.
Si bien resta transitar los próximos meses con la amenaza latente de nuevas heladas, lo cierto es que hoy tanto trigo como garbanzo atraviesan un presente favorable, con condiciones de humedad y sanidad que permiten proyectar rindes alentadores. Córdoba, de este modo, ofrece la postal de un invierno inesperado, en el que el agua volvió a ser protagonista y cambió el curso de la campaña agrícola.