Copa Davis: Argentina enfrenta a Alemania en el Final 8
La Selección Argentina de Tenis YPF atraviesa días de intensidad, expectativa y camaradería en Bolonia, donde hoy desde las 12.00 enfrentará a Alemania por los cuartos de final del Final 8 de la Copa Davis. Desde su llegada el sábado, el equipo comandado por Javier Frana combina entrenamientos exigentes, espacios de distensión y un clima de unidad que recuerda a la serie anterior, disputada con éxito en Groningen.
El escenario italiano no es completamente ajeno para todos: Francisco Cerúndolo y Horacio Zeballos ya compitieron en esta ciudad hace tres años, cuando el actual número uno del país debutó en la Copa Davis. Hoy, con más experiencia y un equipo consolidado, Argentina busca meterse entre los cuatro mejores del mundo.
Ansiedad controlada y un sueño compartido
Para cualquier tenista, representar al país implica cumplir uno de los grandes objetivos de su carrera. Sin embargo, ese privilegio llega acompañado de emociones que no siempre se viven en el circuito: nervios compartidos, responsabilidades colectivas y un ambiente donde la competencia deja de ser individual. La Copa Davis exige equipo, y la delegación argentina lo sabe.
En estos primeros cinco días en Bolonia, los convocados encontraron un equilibrio entre el foco y la relajación. Así lo expresó Francisco Comesaña, quien admitió que la ansiedad está, pero no le resulta paralizante. “Creo que sufrí más viendo a Aldosivi el sábado que la espera del debut”, bromeó, recordando la victoria del club de sus amores que evitó el descenso. Otros jugadores coinciden en que el grupo vive momentos muy positivos, alternando prácticas intensas con ratos de descanso que alivian la cabeza.
El capitán Javier Frana ya había marcado esta línea en conferencia de prensa. “Lo que queda son los momentos vividos. Hay que lograr un equilibrio entre el foco competitivo y la distensión”, señaló. Para muchos, este sentimiento resume a la perfección la convivencia del grupo, que transita estas horas previas al debut en el Final 8 de la Copa Davis con la ilusión de volver a levantar la histórica Ensaladera de Plata.
Un clima liviano, unido y con música de fondo
Las postales de la delegación argentina en Italia repiten una imagen constante: nadie camina solo. Todos los jugadores se desplazan en bloque, comparten rutinas y hasta musicalizan cada instancia. En los traslados del hotel al estadio, la cumbia se vuelve protagonista, mientras que al regreso suelen sonar melodías más tranquilas para bajar las pulsaciones tras jornadas de alta exigencia.
Ese mismo espíritu se vio en Groningen y vuelve a aparecer en Bolonia: sonrisas, respeto y responsabilidad. Cerúndolo, pieza clave del equipo, lo describió con claridad. “Estoy feliz de estar por segundo año consecutivo en los cuartos de final con Argentina, siendo el único equipo no europeo en esta instancia. Me siento bien y con muchas ganas de jugar el jueves”.
Exigencia máxima y un ojo puesto en Alemania
Pese al clima distendido, el trabajo en cancha es intenso. Las prácticas se viven a fondo, sin contemplaciones ni pausas innecesarias. Ese ritmo llamó la atención incluso del principal rival: Alexander Zverev, número 3 del mundo, observó disimuladamente desde una cancha lateral mientras Cerúndolo realizaba ejercicios de potencia y precisión. No es un detalle menor: el argentino le ganó tres de los cuatro duelos que disputaron en el último año y medio.
Para Horacio Zeballos, emblema del equipo, la ansiedad es parte esencial del combustible competitivo de cara a una serie de Copa Davis. “Los nervios son fundamentales. Esa sensación te guía, te genera ganas de ganar. Si no sintiera lo que siento en esos momentos, no jugaría más”, reconoció el mejor doblista argentino de la historia.
Cuenta regresiva para el duelo decisivo
La Selección Argentina sabe que el margen ya no existe. Hoy desde las 12.00 será el primer paso de una misión que persigue el tenis nacional desde hace años: volver a conquistar la Copa Davis. El grupo muestra las señales clave de los equipos que sueñan en grande: unión, compromiso, humor y trabajo duro.
La hora de la verdad está cerca. En Bolonia, Argentina ya afina los últimos detalles para intentar escribir un nuevo capítulo de gloria en su historia en la Copa Davis.
