El consumo interno de carne vacuna vuelve a crecer y supera los 50 kilos por habitante

Después de varios meses de retracción, el consumo interno de carne vacuna en Argentina muestra signos de recuperación sostenida. Así lo reveló el último informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), que destacó que durante el primer semestre de 2025 el consumo per cápita volvió a ubicarse por encima de los 50 kilos anuales por habitante.
Según el análisis de la entidad, el repunte del consumo se explica por una combinación de factores: una leve mejora en la producción de carne, una fuerte caída de las exportaciones –principalmente por una menor demanda de China– y la estabilidad de los precios en el mercado interno. Todo ello generó una mayor disponibilidad de carne para los consumidores argentinos, con el porcentaje de la faena destinado al mercado interno alcanzando su nivel más alto desde 2019.
Producción en alza, exportaciones en baja
Durante el período enero-junio, los 354 establecimientos dedicados a la faena bovina aumentaron levemente su actividad (+0,5%), y también se registró una mejora en el peso promedio de faena, que pasó de 226 kilos en gancho en junio de 2024 a 231 kilos este año, una suba interanual del 2,3%.

Estas mejoras se tradujeron en una producción total de 1,518 millones de toneladas res con hueso, es decir, 26.300 toneladas más que en el mismo lapso de 2024, lo que implica una suba del 1,8%.
Pero mientras la oferta creció, las exportaciones retrocedieron con fuerza. CICCRA estima una caída del 21,1% en los embarques de carne bovina durante los primeros seis meses del año, explicada principalmente por la menor demanda desde China, el principal comprador de carne argentina. Aunque se incrementaron los envíos a otros destinos como Israel, Alemania, Estados Unidos y Países Bajos, no alcanzaron para compensar el recorte del gigante asiático.
Más carne en el mercado local
Con menos ventas al exterior, el volumen de carne que quedó en el mercado interno aumentó significativamente. CICCRA calculó que el consumo aparente llegó a 1,158 millones de toneladas res con hueso, lo que representa un crecimiento del 11,8% frente al mismo período del año anterior.

En términos per cápita, el consumo interno alcanzó los 50,1 kilos por habitante por año, medido como promedio móvil de los últimos 12 meses. Esto marca una suba interanual del 5,2%, es decir, un incremento de 2,5 kilos por persona respecto al primer semestre de 2024.
Este repunte posiciona al consumo de carne vacuna en niveles que no se veían desde hace varios años, y muestra un cambio de tendencia luego de un prolongado retroceso vinculado a la inflación, la pérdida del poder adquisitivo y los cambios en los hábitos alimenticios.
Precios por debajo de la inflación
Una de las razones que explica la recuperación del consumo es que los precios de la carne se mantuvieron por debajo del índice general de inflación, lo que favoreció el acceso de los hogares a los cortes más tradicionales.

En junio, la hacienda en pie en el Mercado Agroganadero de Cañuelas mostró una leve baja mensual del 0,5%, manteniéndose en torno a los $2.211 por kilo vivo, un valor que se repite desde hace cinco meses. Por su parte, los precios al consumidor crecieron apenas un 0,7% en el mes, frente a una inflación general del 1,6%.
CICCRA detalló que entre mayo y junio los principales cortes vacunos subieron por debajo del promedio inflacionario: la carne picada común aumentó 1,9%, el cuadril 1,2%, la nalga 0,6%, mientras que el precio del asado se mantuvo sin cambios y la paleta subió 2,4%. En contraste, el pollo entero incluso mostró una leve baja del 0,7%, mientras que la caja de hamburguesas registró una suba del 1,4%.

Expectativas para el segundo semestre
Con estos datos, el mercado interno se consolida como el principal destino de la carne producida en el país, en un contexto en el que las exportaciones todavía no logran recuperar su dinamismo. Sin embargo, el sector permanece atento a las variables macroeconómicas, como la evolución de los salarios reales, el tipo de cambio y las condiciones de los mercados externos.
Para CICCRA, el desafío ahora será sostener estos niveles de consumo sin comprometer la rentabilidad del productor, en un escenario en el que los costos continúan elevados y el margen de ganancia sigue siendo estrecho. A pesar de las señales positivas, el futuro del mercado cárnico argentino dependerá en buena medida de la estabilidad económica y del rumbo que adopte la política comercial del país en lo que resta del año.