Comienza la campaña 2025/2026 de cebada en Argentina con buenos ánimos


La campaña 2025/2026 de cebada ya está en marcha en la Argentina y lo hace con perspectivas alentadoras. Según el primer informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la superficie proyectada para el cultivo se ubica en 1,3 millones de hectáreas, una cifra que se mantiene estable respecto al ciclo anterior, pero que implica un crecimiento del 7 % en comparación con el promedio de las últimas cinco campañas. Este dato no solo ratifica la consolidación de la cebada como cultivo invernal estratégico, sino que también marca un piso firme para su desarrollo en los próximos meses.

El inicio de la siembra se da en un contexto favorable en términos climáticos. Las reservas hídricas del perfil del suelo son en general adecuadas, lo que permite una implantación fluida en gran parte de las regiones productivas. No obstante, algunos sectores del este de la región agrícola enfrentan un desafío inesperado: los excesos de humedad. Allí, las lluvias acumuladas en semanas previas dificultan el ingreso de maquinaria a los lotes, provocando demoras en el ritmo de siembra y cierta preocupación entre los productores.

A pesar de estos contratiempos puntuales, el avance nacional de la siembra ya alcanzó el 4,8 % del área proyectada, superando en 2,3 puntos porcentuales el ritmo que se había registrado en igual fecha del año pasado. Este dato es particularmente significativo, ya que evidencia un interés sostenido por el cultivo y una buena respuesta inicial por parte de los productores.

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El sur bonaerense, a la cabeza del progreso

Como ocurre campaña tras campaña, los principales núcleos cebaderos del sur del país están liderando el avance de las labores. En particular, el sudoeste de Buenos Aires se destaca como una de las regiones más dinámicas en este arranque. Allí, las condiciones edáficas y climáticas suelen ser favorables para el desarrollo del cereal, lo que ha permitido a los productores avanzar con mayor rapidez y eficiencia que en otras zonas.

Este dinamismo en el sur bonaerense es clave para el éxito de la campaña, dado que se trata de una de las principales regiones productoras de cebada tanto cervecera como forrajera. Su aporte no solo es relevante en términos de volumen, sino también por la calidad del grano obtenido, lo que resulta fundamental para abastecer a la industria maltera y exportadora.

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La cebada consolida su lugar en el esquema agrícola

Con esta nueva campaña, la cebada consolida su protagonismo dentro del esquema de cultivos de invierno en Argentina. Si bien el trigo continúa siendo el principal cereal invernal, la cebada ha ganado terreno en muchas zonas por diversas razones: menores exigencias comerciales, mejores precios relativos en algunos momentos del mercado y una demanda estable por parte del complejo cervecero nacional e internacional.

Además, la cebada presenta ventajas agronómicas que la vuelven atractiva en rotaciones, especialmente en campos donde se busca diversificar la producción y mejorar la salud del suelo. La estabilidad de la superficie sembrada, sumada al crecimiento en relación con el promedio histórico, refuerza la idea de que el cultivo ha dejado de ser una opción marginal para convertirse en una apuesta estratégica en numerosas explotaciones agropecuarias.

Con el ciclo apenas iniciado, las expectativas están puestas en cómo evolucionarán las condiciones climáticas durante las próximas semanas. Una distribución adecuada de las lluvias, junto con temperaturas dentro de los rangos normales, sería ideal para acompañar el desarrollo vegetativo del cultivo.

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En paralelo, el seguimiento fitosanitario y la correcta elección de variedades adaptadas a cada zona seguirán siendo claves para lograr buenos rindes y calidad de grano. La cebada, como cultivo sensible a enfermedades como mancha en red o escaldadura, requiere un monitoreo técnico constante.

En suma, el arranque de la campaña 2025/2026 de cebada muestra signos positivos. Con una superficie firme, condiciones iniciales mayormente favorables y un avance de siembra por encima del promedio, el cereal se posiciona como una alternativa sólida para productores que buscan diversificación, sustentabilidad y buenos resultados económicos.