Clima: el SMN pronostica lluvias normales y calores extremos para el último trimestre del año


El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundió su pronóstico del clima para el período octubre-diciembre y anticipó un escenario con dos caras para la producción agropecuaria argentina. Por un lado, se esperan precipitaciones dentro de los rangos normales en la mayor parte de las zonas agrícolas, lo que representa una buena noticia para el desarrollo de los cultivos. Por otro, se proyecta un panorama de temperaturas muy superiores a lo habitual, con olas de calor que podrían generar estrés en los cultivos en momentos críticos.

El informe del clima llega en un contexto particular, con suelos que arrastran un “colchón” hídrico desde el otoño y el invierno, lo que permite encarar la primavera con reservas de agua adecuadas. Este aspecto es positivo para las siembras de fina y gruesa, ya que ofrece un margen de seguridad en caso de que las lluvias muestren cierta irregularidad. Sin embargo, la contracara es que el aumento de las temperaturas puede acelerar la evapotranspiración y reducir rápidamente la disponibilidad de agua en superficie.

De esta manera, el SMN advierte que los productores deberán estar atentos a escenarios de fuerte amplitud térmica y posibles golpes de calor. Estas condiciones, si se intensifican, podrían afectar los rendimientos de los cultivos y la sanidad animal en varias regiones del país.

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Lluvias dentro de lo esperado

El pronóstico oficial del clima prevé que las precipitaciones se ubiquen dentro de los valores normales en la mayor parte del territorio agrícola. En detalle, se espera mayor probabilidad de lluvias superiores a lo normal en la región del NOA, lo que favorece a las provincias del noroeste que suelen registrar déficit hídrico en esta época del año.

En tanto, se pronostican lluvias normales en zonas clave como Cuyo, La Pampa, Buenos Aires, Córdoba, el oeste de Santa Fe, Santiago del Estero, gran parte de Chaco y Formosa, y el este de Salta. También en el este y sur de la Patagonia, el SMN proyecta condiciones del clima similares a las habituales para el trimestre.

La excepción se dará en el Litoral y en el noroeste patagónico, donde la tendencia es de precipitaciones normales o inferiores a lo normal. Allí, los productores deberán extremar los cuidados ante la posibilidad de períodos secos más prolongados de lo habitual.

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Calores más intensos que lo habitual

El otro dato central del informe sobre el clima de los próximos meses es el pronóstico de temperaturas. El SMN anticipa mayor probabilidad de registros superiores a lo normal en la franja central del país, con mayor incidencia en Córdoba, el este de San Luis y el oeste de Santa Fe. Se trata de una zona clave en la producción de maíz, soja y trigo, lo que enciende una luz de alerta en el sector.

Para el norte y noreste del país, así como en buena parte de la Patagonia, el pronóstico señala temperaturas normales o superiores a lo normal. Esta tendencia apunta a un escenario en el que los picos de calor podrían adelantarse y prolongarse, afectando la fisiología de los cultivos y demandando un manejo más eficiente del agua.

En cambio, en el clima del NOA las temperaturas tenderán a ubicarse dentro de los rangos normales. Esa previsión, junto con la expectativa de lluvias superiores, configura un clima relativamente más favorable para la región.

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Impacto productivo y desafíos

El principal desafío será manejar los períodos de calor extremo durante etapas críticas de los cultivos de fina, como el llenado de granos del trigo, y de los cultivos de gruesa en sus primeros estadios. El estrés térmico puede afectar tanto el rendimiento como la calidad, generando pérdidas que se potencian si las lluvias no alcanzan a reponer el agua que se evapora.

Para la ganadería también se esperan complicaciones, dado que el calor intenso impacta en el bienestar animal y en la disponibilidad de pasturas. El manejo de sombra, agua y suplementación podría ser clave para evitar pérdidas productivas en sistemas intensivos y extensivos.