Primera ola de calor del verano: altas temperaturas y tormentas intensas
El cierre de 2025 llega con un escenario climático exigente para gran parte de la Argentina. La primera ola de calor de la temporada ya comenzó a manifestarse, con temperaturas extremas que afectarán especialmente al centro y norte argentino, generando estrés térmico significativo en cultivos y animales y obligando a extremar cuidados en el sector agropecuario.
Según los pronósticos, esta ola de calor estará caracterizada por mínimas superiores a los 20 °C y máximas que alcanzarán o superarán los 35 °C, con registros puntuales cercanos a los 40 °C. Las condiciones se verán agravadas por altos niveles de humedad en varias regiones, lo que incrementará la sensación térmica y el impacto sobre la producción.
Calor extremo y alivio parcial por tormentas aisladas
El fenómeno no será homogéneo en todo el territorio. Las zonas donde se desarrollen tormentas aisladas podrían experimentar descensos temporarios de temperatura, ofreciendo un alivio momentáneo frente a la ola de calor. Sin embargo, estos episodios también traerán riesgos asociados, como lluvias abundantes en cortos períodos.
Las temperaturas previstas para la tarde del martes 30 de diciembre muestran valores muy elevados en el centro del país, Cuyo y el norte argentino, consolidando un escenario típico de ola de calor. En estas regiones, la combinación de calor y humedad genera condiciones de alto estrés térmico para la ganadería y los cultivos en etapas críticas.

Tormentas fuertes en el último fin de semana del año
Además de la ola de calor, la humedad aumentará de manera marcada en la mitad norte del país, favoreciendo la formación de tormentas fuertes. Desde la madrugada del sábado, chaparrones y tormentas de variada intensidad afectarán Santa Fe, Entre Ríos y partes de Córdoba, con un desplazamiento posterior hacia Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y Tucumán.
En algunas zonas, los acumulados serán significativos. En el centro de Santa Fe y el norte de Entre Ríos podrían superarse los 100 milímetros, mientras que en el resto de las regiones se esperan registros de entre 30 y 90 milímetros. Hacia la tarde del sábado, las tormentas alcanzarían Formosa y Misiones, con mejoras temporarias.
El domingo continuará la inestabilidad en todo el norte, con chaparrones y tormentas, algunas de ellas intensas, dentro de un ambiente caluroso y húmedo. En contraste, la Patagonia central y norte tendrá un aumento de temperaturas, con máximas de entre 32 °C y 39 °C, propias de la ola de calor.

Una semana marcada por calor persistente y lluvias desiguales
Entre el lunes 29 de diciembre y el viernes 2 de enero de 2026, la masa de aire húmeda e inestable persistirá en el norte argentino, generando tormentas aisladas y mejoras temporarias. Las máximas se mantendrán elevadas, entre 32 °C y 39 °C, con alta sensación térmica.
En algunas áreas, los acumulados podrían alcanzar hasta 150 milímetros, agravando los excesos hídricos ya registrados en Chaco y Corrientes. En otras zonas agrícolas, estas lluvias permitirán recargas beneficiosas para la floración del maíz y la soja, en un momento clave del ciclo productivo.
En la zona núcleo, que incluye norte de Buenos Aires, sur de Córdoba, sur de Entre Ríos y Santa Fe, se esperan las temperaturas más altas del país, junto con la región de Cuyo, rozando los 40 °C. A partir del lunes, el ingreso de viento oeste-sudoeste secará el ambiente, manteniendo la ola de calor pero con menor humedad.
Descenso térmico en la Patagonia y lluvias muy acotadas
Mientras el norte enfrenta la ola de calor y tormentas, la Patagonia mostrará un comportamiento opuesto. Desde el lunes se espera un descenso de temperatura con viento del oeste, llevando las marcas térmicas a valores de 15 °C a 25 °C. No se descartan lluvias aisladas en la zona cordillerana, aunque de baja relevancia.

En cuanto a la lluvia acumulada hasta fin de año, el norte argentino concentrará los mayores registros, con áreas que superarán los 75 milímetros y núcleos con máximos por encima de los 125 milímetros. En cambio, el centro del país y gran parte de la Patagonia tendrán lluvias escasas o nulas.
Un anticipo de un 2026 climático muy variable
Los últimos días dejaron señales claras del impacto extremo del clima. Corrientes superó los 550 milímetros en el mes, con casi 200 milímetros caídos en pocas horas durante Navidad, provocando anegamientos urbanos y rurales.
De cara a enero de 2026, hay probabilidades de lluvias por encima del promedio en la zona núcleo y el noroeste argentino, mientras que en el resto del país se espera un inicio de año más seco. En la Patagonia, salvo Santa Cruz, continuarían las precipitaciones deficitarias.
Todo indica que 2026 presentará condiciones climáticas muy variables, con marcadas diferencias regionales, un escenario desafiante para la planificación agropecuaria tras años dominados por patrones secos más generalizados.
