Clima: el sol se hace esperar y complica la recuperación de los campos inundados

El clima presenta la persistente nubosidad que cubre buena parte del país continúa dificultando la recuperación de las zonas rurales afectadas por las recientes inundaciones. Aunque en los últimos días las precipitaciones han dado una tregua a las regiones más comprometidas, el escaso ingreso de sol impide que los suelos anegados puedan drenar con mayor rapidez. A esto se suma un nuevo frente frío que avanzará durante el fin de semana y podría volver a generar lluvias en el Litoral argentino.
Según el último informe meteorológico del Servicio Meteorológico Nacional sobre el clima basado en imágenes satelitales, una amplia cobertura nubosa domina la escena climática en gran parte del territorio nacional. Aunque no se trata de nubes con potencial de tormenta, sí cumplen un rol negativo al reducir significativamente la insolación, ya de por sí disminuida en esta época del año, complicando el proceso de evaporación y secado de los suelos saturados.
Lluvias en la Patagonia y el noreste
En el centro de la Patagonia, un frente más organizado está generando lluvias y nevadas en sectores cordilleranos, con posibles precipitaciones menores en la estepa de Chubut y el sur de Río Negro. Este frente podría ir perdiendo intensidad, pero sus efectos ya se hacen sentir en zonas aisladas.
Mientras tanto, en el noreste argentino, se espera el regreso de lloviznas y chaparrones menores hacia la tarde y noche de este miércoles, especialmente en Misiones y el norte del NEA. Esta actividad climática, si bien moderada, se mantendría durante el jueves, generando acumulados que, en algunos casos, podrían ser más copiosos.

Tregua para las zonas más comprometidas
En el resto del país, especialmente en las regiones más golpeadas por las recientes lluvias —como el norte y oeste de la provincia de Buenos Aires— no se esperan nuevas precipitaciones en las próximas 48 horas. Esto representa una buena noticia para los productores que aún aguardan condiciones para continuar con la cosecha de soja y maíz de segunda, interrumpida por los anegamientos.
Sin embargo, los especialistas advierten que esta tregua no es suficiente si no va acompañada por mayor insolación, ya que sin el sol el proceso de recuperación del suelo se vuelve lento. “Las temperaturas se mantendrán sin grandes cambios, con registros normales o ligeramente frescos, lo que tampoco favorece el secado rápido”, detallaron fuentes del Servicio Meteorológico Nacional.

El frente frío del clima del fin de semana
De cara al fin de semana, las condiciones volverían a complicarse. Un frente frío avanzará sobre el Litoral argentino, y los modelos de pronóstico marcan a norte de Entre Ríos y el centro de Santa Fe como las regiones con mayor probabilidad de recibir lluvias más significativas.
En paralelo, hacia la noche del jueves podrían darse precipitaciones menores en sectores costeros del sudeste bonaerense, como también en partidos del interior cercano a esa región. Aunque se trataría de fenómenos aislados, cualquier nueva acumulación de agua genera preocupación, dada la saturación de los suelos.
La situación mantiene en vilo a los productores agrícolas, especialmente en la zona núcleo, donde aún queda una porción importante de cultivos sin recolectar. El exceso hídrico no solo amenaza con pérdidas de rendimiento, sino también con una caída en la calidad de los granos, por efectos como el brotado o la podredumbre.

Además, la campaña de trigo, que debía comenzar en estos días, también podría verse afectada. Los técnicos agronómicos ya alertan que, de persistir el mal tiempo, podrían perderse ventanas clave de siembra en zonas llanas con problemas de drenaje.
Mientras el sol sigue sin aparecer con fuerza y las temperaturas se mantienen frescas, los campos anegados del centro del país aguardan una mejora sostenida que permita continuar con las labores pendientes. Pero el avance de un nuevo frente frío para el fin de semana podría volver a complicar la situación, especialmente en sectores del Litoral. Así, el agro sigue en estado de alerta, pendiente del clima y del cielo que, por ahora, no ofrece garantías.