Chile perdió 2-0 con Bolivia y otra vez quedó afuera del Mundial


La historia volvió a repetirse para la Selección de Chile. La derrota por 2 a 0 ante Bolivia en la altitud de La Paz, por la 16ª fecha de las Eliminatorias Sudamericanas, terminó de sellar un ciclo oscuro para “La Roja”, que quedó matemáticamente eliminada del Mundial 2026 y sumó su tercera ausencia consecutiva en una Copa del Mundo. El golpe es tan profundo como simbólico: ni siquiera el recambio ni la llegada de Ricardo Gareca alcanzaron para revertir un rumbo errático que se arrastra desde hace casi una década.

En los 3.600 metros de altitud del estadio Hernando Siles, el equipo chileno fue superado desde el inicio por una Bolivia que, aunque limitada y con un jugador menos desde el primer tiempo, encontró en la convicción el camino hacia una victoria histórica. Los goles de Miguel Terceros a los 4 minutos y de Enzo Monteiro sobre el cierre del encuentro sepultaron las últimas esperanzas de Chile, que no pudo nunca acomodarse ni imponer condiciones frente a un rival que se jugaba su última carta para soñar con el repechaje.

Un ciclo que no encuentra norte

La eliminación confirma lo que el rendimiento ya venía anunciando: Chile está atravesando una crisis futbolística profunda. Desde su histórica “Generación Dorada”, que brilló en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, y logró conquistar las Copas América de 2015 y 2016, el seleccionado trasandino no ha logrado encontrar un recambio sostenido ni una identidad de juego clara. Esta vez, ni siquiera la ampliación de cupos rumbo al Mundial 2026 —que otorga seis plazas directas y una para el repechaje a Sudamérica— fue suficiente para ingresar en la pelea.

Chile, Bolivia, Eliminatorias

En las Eliminatorias para Rusia 2018, el equipo que dirigía Juan Antonio Pizzi quedó fuera en la última fecha tras caer 3-0 ante Brasil y perder el lugar por diferencia de goles frente a Perú. Para Qatar 2022, el panorama no mejoró: terminó séptimo en la tabla, sin siquiera alcanzar el repechaje, en una campaña marcada por la irregularidad y los constantes cambios de entrenador.

La edición actual parecía una oportunidad para revertir el rumbo. La llegada de Ricardo Gareca, técnico que había dejado una huella positiva en Perú, generó expectativa. Sin embargo, los resultados no acompañaron: Chile solo ganó tres partidos en las primeras 16 fechas y mostró pocas señales de solidez colectiva o contundencia ofensiva. La caída ante Bolivia fue el desenlace previsible de una serie de errores acumulados.

Gareca, en la cuerda floja

La continuidad del “Tigre” Gareca quedó severamente comprometida. Según medios chilenos, el técnico argentino ya tenía una especie de ultimátum previo al duelo contra Bolivia: si no ganaba, su ciclo llegaría a su fin. La derrota, sumada al rendimiento pobre del equipo en varios tramos del torneo clasificatorio, hace muy probable su salida en los próximos días, aunque aún no hay confirmación oficial por parte de la Federación de Fútbol de Chile.

De confirmarse, sería otro capítulo más en la larga lista de entrenadores que pasaron sin éxito por la banca chilena desde el retiro de figuras clave como Claudio Bravo, Gary Medel, Arturo Vidal y Alexis Sánchez, símbolos de una generación que marcó época pero que ya no puede sostener al equipo.

Chile, Bolivia, Eliminatorias

¿Y ahora qué?

Con dos fechas aún por disputar, Chile ya no tiene objetivos competitivos claros. Solo resta cerrar el calendario clasificatorio de la forma más digna posible y comenzar a planificar el futuro. El gran desafío será reconstruir una identidad, apostar a un proyecto a largo plazo y darle rodaje a una nueva camada de jugadores que pueda competir en el mediano plazo.

La eliminación al Mundial 2026 no solo marca un fracaso deportivo, sino también una llamada de atención estructural para el fútbol chileno. Tres Mundiales consecutivos mirando desde afuera no pueden explicarse solo por malos resultados: detrás hay una gestión que debe revisarse de forma profunda. El ciclo de la Generación Dorada terminó hace rato. Ahora, es tiempo de escribir una nueva historia.