La cebada enfrenta un desafiante mercado global 2025

El mercado mundial de la cebada atraviesa un escenario complejo. A la creciente producción global de este cereal se suma un factor que preocupa a la cadena: la caída en el consumo de cerveza en los principales países desarrollados. Esta combinación, lejos de impulsar precios, consolida un panorama de sobreoferta que golpea especialmente a la cebada cervecera, el segmento más sensible frente a los vaivenes de la demanda.
En la Argentina, donde la cebada ocupa cerca de 1,2 millones de hectáreas y se perfila para superar los 5 millones de toneladas en la campaña en curso, las señales que llegan desde los mercados internacionales prenden luces amarillas. Dos especialistas, Mario Cattaneo y Fidel Cortese, coinciden en que la evolución de los principales productores del hemisferio norte y la buena condición de los cultivos en el sur configuran un horizonte con precios planchados.
Producción en alza en todo el mundo
Las cifras globales confirman el escenario de abundancia. Las estimaciones de los principales organismos internacionales ubican la producción mundial de cebada entre 146,3 y 147,3 millones de toneladas, valores que superan los cálculos previos y amplían las existencias disponibles.
En Europa, la cosecha finalizó con resultados favorables: los buenos rendimientos en países escandinavos y en Alemania, sumados a los aportes de Gran Bretaña, empujaron la producción continental por encima de los 60 millones de toneladas, con una calidad apta para la industria maltera y cervecera.
Rusia también revisó al alza su proyección, alcanzando los 18,5 millones de toneladas, un millón más de lo esperado inicialmente. Canadá aportó algo más de 8 millones, mientras que Australia se encamina a bordear los 14,6 millones de toneladas, con un excedente que tendrá como destino prioritario la exportación. Allí, el mercado chino aparece como comprador clave: ya se encuentran comprometidas más de 700 mil toneladas de la próxima cosecha, un negocio en el que Australia compite directamente con la cebada argentina.

Consumo en retroceso
A la abundancia de oferta se le suma un problema mayor: la demanda de cerveza muestra señales de retracción. En Estados Unidos, principal mercado consumidor, la American Craft Beer informó que las ventas cayeron 0,5 % interanual. La baja fue más marcada en las marcas tradicionales, que retrocedieron más de 5 %, mientras que la cerveza artesanal disminuyó en torno al 3,3 %.
La contracara es el auge de la cerveza sin alcohol, cuyo consumo creció un 30 % y ya representa el 1 % del mercado estadounidense. Sin embargo, este segmento aún es demasiado pequeño como para compensar la caída de la cerveza tradicional. El fenómeno no se limita a Norteamérica: en Brasil, organizaciones del sector cervecero también manifestaron su preocupación por la caída de las ventas, influenciadas por un invierno más frío de lo habitual.

Argentina: buenos cultivos, pero precios en duda
En el plano local, los cultivos implantados en junio y julio muestran un desarrollo muy favorable, con algunos anegamientos puntuales por excesos hídricos. Con una producción esperada que podría superar los 5 millones de toneladas, el país se prepara para una cosecha que promete en volumen, aunque con incertidumbre sobre la valorización externa.
La historia reciente de la cebada en Argentina explica en parte este protagonismo. A fines de la primera década de 2000, el cereal creció de manera acelerada, impulsado por las restricciones al trigo y por la apertura de mercados forrajeros tras la gran sequía de Rusia y Ucrania en 2010. El sudeste bonaerense se convirtió en el epicentro productivo, con rindes superiores a los históricos.

El mercado regional
En Sudamérica, la cebada también ha mostrado una expansión sostenida. Según Cattaneo y Cortese, la producción regional pasó de 3,8 millones de toneladas en 2010/11 a 6,6 millones en 2025/26, lo que significa un aumento del 70 % en quince años. El consumo, por su parte, creció de manera constante hasta superar los 5 millones de toneladas en 2023/24, aunque las proyecciones para 2025/26 marcan una leve baja a 4,8 millones.
Más allá de este retroceso puntual, el mercado regional sigue mostrando dinamismo tanto en el segmento de cebada cervecera como en el forrajero. Argentina, en ese contexto, continúa siendo el motor principal del desarrollo sudamericano.

Perspectivas
El problema de fondo es que la abundancia de oferta global y la baja en el consumo de cerveza dejan a la cebada atrapada en un mercado deprimido, con precios sin reacción a corto plazo. Para los productores argentinos, el desafío será administrar costos y calidad en un contexto en el que la demanda internacional se mueve con comodidad, sin presiones sobre el abastecimiento.
En otras palabras, el cereal que supo ser la alternativa al trigo hoy enfrenta el desafío de sostener su competitividad en un mercado que parece tener más cebada de la que necesita.