EE.UU. recorta sus previsiones de importación de carne, pero Australia rompe el récord histórico

El mercado mundial de la carne vacuna atraviesa un escenario de contrastes. Mientras Estados Unidos ajusta a la baja sus proyecciones de importación por efecto de los aranceles, Australia alcanza un récord histórico en sus exportaciones de carne de feedlots, impulsada por la demanda asiática.
El informe de agosto del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) marcó un giro en las expectativas para 2026, con un recorte significativo en los volúmenes de carne importada. En contraposición, los datos de Meat & Livestock Australia (MLA) muestran una expansión histórica de las ventas externas del país oceánico, en particular de carne proveniente de animales terminados a grano.
Estados Unidos ajusta sus importaciones
Según el USDA, las importaciones de carne vacuna para 2026 se ubicarán en 2,24 millones de toneladas, lo que implica una reducción del 6,1% interanual. El mes anterior, el mismo organismo había proyectado un ajuste mínimo de apenas 0,5%, lo que refleja un cambio de tendencia más drástico.

La corrección también impactó en las previsiones para 2025. El informe señala que las importaciones crecerán un 13,8% frente al 16% que se había estimado en julio, marcando un retroceso en las expectativas de abastecimiento externo.
Por otro lado, las exportaciones estadounidenses de carne vacuna recibieron un leve alivio en sus proyecciones. La caída prevista para 2026 pasó del 6% al 5,1%, con un total estimado de 1,15 millones de toneladas frente a los 1,22 millones que se espera concretar este año. Aunque se mantiene en terreno negativo, el ajuste muestra una tendencia menos severa que la anticipada inicialmente.
Australia alcanza un récord histórico
En contraposición al panorama estadounidense, Australia experimenta un momento de fuerte expansión en el comercio internacional de carne bovina. Según datos de MLA, las exportaciones de carne de feedlots alcanzaron 403.962 toneladas de peso embarcado en los últimos 12 meses hasta junio, lo que constituye un récord histórico y un incremento del 17% interanual.

El desempeño australiano se apoya en el dinamismo de los principales mercados de Asia. Japón y Corea del Sur consolidan su rol como compradores estratégicos, mientras que la creciente demanda de la Gran China y del Sudeste Asiático suma presión positiva a las ventas.
La diversidad como ventaja competitiva
Uno de los factores destacados por MLA es la diversidad de la oferta australiana. El país exporta desde carnes con menos de 100 días de alimentación hasta cortes premium como el Wagyu de larga terminación, caracterizado por su alto marmoleado y su cotización en los mercados de lujo.
Además, las credenciales de calidad y seguridad alimentaria de Australia fortalecen su posicionamiento internacional. Estos atributos permiten que la carne australiana no solo compita en volumen, sino también en segmentos premium donde los consumidores priorizan la trazabilidad, la sustentabilidad y la excelencia en el producto.

Tensiones y oportunidades en el comercio mundial
El contraste entre la cautela de Estados Unidos y el dinamismo de Australia refleja los desafíos actuales del comercio global de carne vacuna. Por un lado, el impacto de los aranceles limita la competitividad estadounidense y reduce sus importaciones. Por otro, la capacidad australiana para diversificar mercados y ofrecer productos de calidad diferenciada potencia su expansión.
Los especialistas advierten que el escenario continuará marcado por factores estructurales: las políticas arancelarias, las preferencias de consumo en mercados premium y la intensificación de la demanda en Asia. En este contexto, países exportadores como Australia consolidan su protagonismo, mientras que actores tradicionales como Estados Unidos se ven obligados a replantear estrategias para mantener su participación global.
El mercado mundial de la carne vacuna, en definitiva, combina señales de alerta con oportunidades históricas. Mientras algunos jugadores enfrentan restricciones por factores políticos y comerciales, otros aprovechan el impulso de nuevas tendencias de consumo para afianzar su liderazgo en un sector cada vez más competitivo y diversificado.