Campaña de vacunación: confirman la caída del stock bovino por tercer año consecutivo


Los datos oficiales de la primera campaña de vacunación contra la fiebre aftosa 2025, publicados recientemente por el SENASA, confirman una tendencia preocupante para el sector ganadero argentino: las existencias bovinas continúan cayendo por tercer año consecutivo, reflejando una disminución de 1,2 millones de cabezas respecto al mismo período del año pasado.

En total, el stock bovino en la zona libre de aftosa con vacunación se ubicó en 49,4 millones de cabezas, lo que representa no solo una pérdida de volumen, sino una señal de alerta sobre la dinámica productiva del país. La caída se explica, principalmente, por una reducción de 400 mil vacas, 418 mil vaquillonas y 138 mil novillos. Solo la categoría de terneros/as se mantuvo estable.

Este retroceso impacta directamente sobre el potencial de producción de carne en Argentina. Sin embargo, los especialistas insisten en que no solo importa el número de cabezas, sino la eficiencia del stock. En ese sentido, si bien Argentina produce 3 millones de toneladas de carne con 49,4 millones de cabezas, en Estados Unidos se generan 14,1 millones de toneladas con un rodeo de 94,2 millones de animales, el más bajo de ese país en los últimos 70 años. La comparación expone una necesidad de mejorar indicadores clave, como la relación ternero/vaca y el peso de faena.

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Avances en eficiencia reproductiva

Una de las buenas noticias del informe de vacunación es la mejora sostenida en la relación ternero por vaca, que ya se ubica cerca del 70%, un avance que responde a la adopción de tecnologías reproductivas, mejoras en nutrición, genética, manejo y a la presión comercial, especialmente desde el mercado chino.

Este índice más alto permite incrementar la tasa de extracción, es decir, la proporción de animales que pueden enviarse a faena sin afectar las existencias totales. Históricamente, Argentina manejó una tasa cercana al 24%, mientras que en EE.UU. llega al 36%, con una relación ternero/vaca del 87%.

El desafío del peso de faena

Otro punto crítico que arrojó la campaña de vacunación es el peso de faena, que sigue siendo bajo en comparación regional e internacional. En Argentina, el peso promedio es de 232 kilos de res en gancho, por debajo de Uruguay (264 kg), Brasil (251 kg) y muy lejos de Estados Unidos (432 kg). Según estimaciones del sector, si se alcanzara el nivel uruguayo, se podrían producir hasta 439 mil toneladas adicionales de carne con el mismo número de cabezas faenadas.

Faena

A pesar de estos datos arrojados por la campaña de vacunación, el contexto ofrece algunas señales positivas: el alto precio del ternero impulsa a los productores a engordar más los animales antes de venderlos, los costos de producción siguen siendo competitivos, y si bien las tasas de interés altas limitan la capacidad de retención, el clima ha dado alivio en varias regiones del país durante la primavera-verano 2024/25. Aun así, persisten zonas con exceso hídrico (como el oeste bonaerense) y otras con sequías severas (noreste argentino).

Perspectivas para lo que resta del año

En el corto plazo, la faena proyectada para 2025 se mantiene en niveles similares a 2024, con unas 13,7 millones de cabezas anualizadas. Con un nivel de preñez del 69% sobre 21 millones de vacas en servicio durante la última primavera, se proyecta un ingreso de 14,5 millones de terneros/as, lo que dejaría un saldo positivo de unas 250 mil cabezas, considerando la faena estimada y una tasa de mortandad del 1%.

faena de hembras, stock vacuno

Sin embargo, de acuerdo a la campaña de vacunación aún no se observan señales claras de retención de vientres. El porcentaje de hembras en faena ronda el 48%, un nivel más cercano a una fase de liquidación que de crecimiento. La venta de vaquillonas sigue siendo alta: el stock actual es de 6,4 millones, lo que coincide con la diferencia entre vacas totales y vacas con cría (es decir, vacas vacías).

Este fenómeno podría explicarse, en parte, por el avance de tecnologías como la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF), que permite preñar hembras desde los 15 meses, y por un mayor porcentaje de vacas fértiles en el stock. Eso habilita a destinar más hembras a faena sin comprometer la reposición.