La presión exportadora achica el mercado interno y eleva el precio de la carne en Brasil
El mercado de la carne vacuna en Brasil atraviesa un momento de fuerte tensión. La creciente demanda internacional, que impulsa exportaciones en niveles récord, está reduciendo la disponibilidad de carne en el mercado interno y generando un escenario de escasez que no se observaba desde hace casi dos años. Como consecuencia, los precios comienzan a mostrar una tendencia alcista que impacta directamente en el consumo doméstico.
De acuerdo con los últimos datos del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada (Cepea), la oferta de carne vacuna para el mercado interno cayó un 5% en noviembre de 2025 y se ubica en su nivel más bajo en los últimos 20 meses, similar a los registros de marzo de 2023. Este retroceso marca un punto de inflexión en la dinámica del sector cárnico brasileño.
Exportaciones en máximos históricos y menos carne en el mercado local
El principal factor detrás de la caída de la oferta interna es el sostenido crecimiento de las exportaciones. Brasil continúa consolidándose como líder mundial en ventas externas de carne vacuna, con volúmenes que en octubre ya igualaron el total exportado durante todo 2024. Este desempeño refleja la fuerte demanda de los mercados internacionales, en especial de Asia.
A este fenómeno se suma el aumento de las exportaciones de ganado en pie, que también contribuyen a retirar animales del circuito productivo local. Cada animal que sale del país reduce la disponibilidad de carne para el consumo interno, profundizando la escasez en el mercado doméstico y generando un mayor desequilibrio entre oferta y demanda.
Precios mayoristas en alza y un comportamiento atípico del ganado
La menor oferta ya se refleja con claridad en los precios de la carne vacuna en el mercado mayorista de Brasil, que registran subas significativas en los últimos meses. La escasez de producto disponible presiona los valores al alza, incluso en un contexto donde la demanda interna se mantiene relativamente estable.
Sin embargo, el comportamiento del ganado en pie muestra una dinámica diferente. A diferencia de lo ocurrido en 2024, cuando una menor oferta interna impulsó fuertes aumentos en los precios del ganado, en 2025 los valores se mantienen relativamente estables. Esta situación marca una diferencia relevante y sugiere que la presión de precios se concentra, por ahora, en la carne procesada más que en la hacienda.
El peso de la demanda externa en la ecuación brasileña
La demanda internacional se consolidó como el motor central de esta dinámica. Brasil no solo mantiene su posición como principal exportador global de carne vacuna, sino que amplía su presencia en mercados estratégicos, que continúan demandando grandes volúmenes de producto.
Este contexto externo favorable incentiva a la industria a priorizar las ventas al exterior, donde los precios y las condiciones comerciales resultan más atractivos. Sin embargo, esa decisión tiene un impacto directo sobre el mercado interno, que queda con una oferta más limitada.
Además, el escenario global acompaña esta tendencia: en otras regiones productoras, la oferta de carne vacuna se ha visto restringida por factores climáticos y económicos, lo que refuerza la demanda sobre proveedores como Brasil.
Perspectivas: un escenario de tensión que podría prolongarse
De cara a los próximos meses, las proyecciones indican que la presión sobre los precios internos en Brasil podría continuar. Si la demanda internacional se mantiene firme y la oferta local no se recompone, es probable que tanto los valores de la carne como, eventualmente, los del ganado comiencen a ajustarse al alza.
Este escenario plantea desafíos para toda la cadena. Los consumidores enfrentan precios más elevados, los minoristas deben adaptarse a un mercado más volátil y la industria busca equilibrar el atractivo del mercado externo con las necesidades del abastecimiento interno.
Un mercado cada vez más globalizado
La situación actual refleja una transformación profunda del sector cárnico de Brasil. La creciente integración al mercado global fortalece las exportaciones, pero también expone al mercado interno a mayores tensiones de precios y disponibilidad.
En este nuevo equilibrio, Brasil reafirma su liderazgo internacional, aunque al costo de una menor oferta local. El desafío hacia adelante será encontrar mecanismos que permitan sostener el dinamismo exportador sin desatender el impacto sobre el consumo interno, en un contexto donde la carne vacuna sigue siendo un alimento central para la población brasileña.
