Boca sigue firme: venció a Talleres con doblete de Merentiel y se metió en cuartos


Boca sigue firme y no afloja: el equipo de Claudio Úbeda logró su quinto triunfo consecutivo al vencer 2-0 a Talleres en La Bombonera, con dos apariciones goleadoras de Miguel Merentiel, la gran figura de la noche. Fue una victoria que no solo ratificó el crecimiento colectivo del Xeneize, sino que además le permitió asegurarse un lugar en los cuartos de final del Torneo Clausura, donde enfrentará a Argentinos Juniors, uno de los rivales más sólidos de la temporada.

El regreso de Carlos Tevez a la Bombonera también le dio un tinte especial al encuentro, ya que el ídolo xeneize regresó como entrenador visitante y planteó un partido incómodo para Boca en los primeros minutos. Sin embargo, el equipo cordobés pagó caro su falta de eficacia y terminó siendo superado por un rival que aprovechó cada ventaja con jerarquía. En el balance general, Boca mostró personalidad, pegó en los momentos clave y volvió a hacer pesar su localía.

La Bombonera, escenario de una fiesta que se vive fecha a fecha

El clima en La Bombonera fue una vez más determinante, especialmente cuando el partido ya estaba definido. Con el 2 a 0 consumado, la hinchada desplegó su tradicional repertorio azul y oro, coreando canciones que resonaron en cada rincón del estadio. Los cánticos típicos, como “está bailando de la cabeza” o “suben y bajan parecen ascensor”, coronaron una noche que dejó a los hinchas eufóricos y convencidos de que el equipo atraviesa su mejor momento del año.

Además, la conexión entre el equipo y la gente parece haberse fortalecido en este tramo final del torneo. La racha de victorias no solo aumentó la confianza del plantel, sino también la ilusión de los hinchas, que sueñan con el título. En este contexto, Boca volvió a mostrarse sólido, competitivo y ambicioso, características que lo transforman en serio candidato en la recta final del campeonato.

Boca, Merentiel

Talleres arrancó mejor, pero Boca golpeó en momentos clave

El partido comenzó cuesta arriba para Boca, ya que Talleres dominó los primeros minutos con una circulación veloz de la pelota y un funcionamiento aceitado. El equipo cordobés generó varias situaciones claras y exigió en más de una oportunidad a Agustín Marchesín. Sin embargo, la falta de un centrodelantero definido terminó siendo un problema para los dirigidos por Tevez, que movieron bien la pelota pero no lograron concretar.

La diferencia llegó en una jugada aislada, a los 28 minutos del primer tiempo, cuando un tiro de esquina ejecutado con precisión por Leandro Paredes encontró la cabeza de Lautaro Di Lollo. La pelota dio en el palo y el rebote quedó servido para Merentiel, que solo tuvo que empujarla. Fue un golpe duro para Talleres, que había sido superior, pero Boca demostró que su jerarquía aparece incluso cuando el juego no fluye.

Penal atajado por Marchesín e impacto anímico

La jugada que cambió el partido llegó sobre el final del primer tiempo, cuando Talleres tuvo un penal por una mano de Zeballos. El remate de Mateo Cáceres fue anunciado, y Marchesín respondió con una tapada clave que evitó el empate y generó un envión anímico enorme para Boca. La atajada fue tan determinante como los goles, y permitió al Xeneize irse al descanso con una ventaja mínima pero muy valiosa.

Ese impulso se vio reflejado desde el inicio del segundo tiempo, cuando Boca golpeó de manera fulminante. A los 20 segundos de la reanudación, un centro de Blanco encontró nuevamente a Merentiel, que definió con potencia para el 2-0. El gol sentenció el partido y descolocó por completo a Talleres, que recién entonces recurrió a Girotti como referencia ofensiva, aunque ya era demasiado tarde para cambiar la historia.

Boca

Boca tomó el control y cerró el partido con autoridad

Con el marcador a favor, Boca mostró su mejor versión, dominando el ritmo del encuentro a través de Paredes, Delgado y un Zeballos que se activó por momentos, generando peligro por las bandas. El Xeneize tuvo varias chances para ampliar la diferencia, pero falló en la definición, especialmente con Milton Giménez, que desperdició tres oportunidades muy claras.

Los cambios de Úbeda terminaron de sellar el trámite, con los ingresos de Cavani, Belmonte, Herrera, Zenón y Battaglia, que regresó tras su lesión y recibió una cálida ovación. La Bombonera despidió al equipo entre aplausos y con la ilusión intacta: Boca está a solo tres partidos de un nuevo título, y su presente invita a soñar en grande.