Comercio en caída libre: Argentina y la Unión Europea alcanzan mínimos históricos
La relación comercial entre Argentina y la Unión Europea (UE) atraviesa su momento más crítico en décadas. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la participación de los países europeos en las exportaciones argentinas cayó del 30% en 1990 a apenas el 10% en la actualidad, marcando un mínimo histórico. Este descenso refleja cambios profundos en los flujos comerciales y el impacto de factores externos e internos.
En materia de importaciones, la situación es similar. El ingreso de productos europeos representó solo el 13,7% del total de las compras argentinas, cifra que constituye la segunda participación más baja en 35 años. La BCR destacó que estas cifras subrayan la pérdida de relevancia de la Unión Europea como socio comercial tradicional y muestran la necesidad de repensar las estrategias de intercambio internacional.
Productos estratégicos en retroceso
Gran parte de las exportaciones argentinas hacia Europa corresponde a cadenas agroindustriales, con un 85% del total concentrado en productos como la harina de soja y el biodiésel. La harina de soja, principal producto de exportación hacia la Unión Europea, ha visto caer su peso relativo de más del 50% a principios de siglo, al 40% a mediados de la década de 2010 y por debajo del 30% en las últimas campañas.
El desempeño del biodiésel argentino hacia Europa se encuentra en mínimos de más de una década, lo que también contribuye a la baja histórica de la participación europea. La combinación de menor demanda y cambios en los precios internacionales ha limitado la capacidad del país para mantener su cuota histórica en los mercados europeos.

Factores detrás del mínimo histórico
Según la BCR, la caída se explica principalmente por la volatilidad de los precios internacionales y la menor demanda de productos clave. “Los máximos de importaciones de harina y pellets de soja se registraron en las campañas 2010/11 y 2014/15, cuando la Unión Europea superó los 10 millones de toneladas. En las últimas cosechas, ese volumen promedia los 8 millones de toneladas”, indicó el informe.
Además, otros factores, como la competencia de otros productores internacionales y la capacidad de Argentina para cumplir con regulaciones y estándares europeos, han incidido en la pérdida de relevancia del bloque europeo. La combinación de estos elementos ha llevado a que la Unión Europea represente hoy la menor porción de exportaciones argentinas en más de tres décadas.

Expectativas por el acuerdo Mercosur-UE
A pesar de este escenario negativo, existe optimismo respecto al acuerdo Mercosur-Unión Europea, que se espera sea sellado antes de fin de año. El tratado busca facilitar el intercambio de bienes y servicios, reducir aranceles y abrir nuevas cuotas para exportaciones estratégicas, incluyendo carnes, lácteos, cereales, arroz, miel y ajo.
La BCR remarcó que este acuerdo podría tener un impacto significativo sobre el complejo soja argentino y generar oportunidades para la provincia de Santa Fe y el agro argentino en general. Cada cláusula fue analizada para evaluar su efecto sobre distintos sectores económicos, mostrando un horizonte prometedor para revertir la caída de la participación europea.

Desafíos y perspectivas futuras
Sin embargo, los especialistas advierten que los beneficios del acuerdo dependerán de su aplicación efectiva y del cumplimiento de los estándares europeos. La propuesta de salvaguardia de productos agrícolas de la Unión Europea podría limitar el alcance del tratado si no se gestiona correctamente.
En síntesis, la caída del comercio con Europa a niveles históricos refleja tanto factores externos, como la evolución de precios y demanda internacional, como internos, incluyendo políticas económicas y desempeño exportador. El acuerdo Mercosur-UE representa una oportunidad concreta para revitalizar el intercambio comercial y abrir nuevas puertas para la economía argentina, especialmente en el sector agroindustrial.
