ARCA lanza nuevo plan para regularizar deudas fiscales, aduaneras y de seguridad social

La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) anunció este jueves un nuevo régimen de facilidades de pago para contribuyentes con deudas vencidas al 30 de abril de 2025, con el objetivo de brindar alivio financiero a distintos sectores económicos y fomentar la regularización fiscal. La medida fue oficializada a través de la Resolución General 5711/2025, publicada en el Boletín Oficial.
Este plan especial permitirá a personas físicas, sucesiones indivisas, micro, pequeñas y medianas empresas (tramos 1 y 2), entidades sin fines de lucro, empresas del sector salud y otros contribuyentes regularizar deudas impositivas, aduaneras y de recursos de la seguridad social. El régimen incluye tanto las obligaciones principales como sus accesorios, y contempla retenciones, percepciones, tributos de importación y exportación, e incluso aquellas liquidaciones enmarcadas en procedimientos de infracción.
A diferencia de otros planes de moratoria, este no contempla reducciones en intereses ni perdón de sanciones. Sin embargo, ofrece una estructura flexible de pago en cuotas, con condiciones diferenciadas según el tipo de contribuyente.
Condiciones generales del plan de ARCA
El nuevo régimen establece que el pago a cuenta se calculará sobre el total de la deuda consolidada. Las cuotas serán mensuales, iguales y consecutivas, con un valor mínimo de $2.000. Además, no habrá restricciones en la cantidad de planes que un contribuyente puede presentar, lo que otorga mayor libertad para organizar la regularización de obligaciones de distinto origen o período.

La tasa de interés fijada será equivalente al 50% de la tasa vigente para intereses resarcitorios. En ese sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó en su cuenta oficial de X que “en los próximos días estaremos bajando la tasa de interés resarcitorio del 4% al 2,75%”, lo que también impactará favorablemente sobre este plan de facilidades.
Tramos y cuotas según tipo de contribuyente
El régimen distingue tres categorías de contribuyentes, a cada una de las cuales se le asignan condiciones específicas de pago:
- Personas humanas, sucesiones indivisas, micro y pequeñas empresas, entidades sin fines de lucro y sector salud: pago a cuenta del 10% y hasta 60 cuotas mensuales.
- Medianas empresas (tramos 1 y 2): pago a cuenta del 15% y hasta 48 cuotas.
- Resto de los contribuyentes: pago a cuenta del 20% y hasta 36 cuotas.

El acogimiento al régimen estará habilitado desde el 1 de julio hasta el 30 de diciembre de 2025, y deberá realizarse a través del sistema “Mis Facilidades”, utilizando Clave Fiscal.
Como suele ocurrir en estos regímenes especiales, se establecieron ciertos límites. No podrán adherirse personas condenadas por delitos tributarios o aduaneros —ni sus directivos en el caso de personas jurídicas—, siempre que exista sentencia firme y la pena no esté cumplida. Tampoco podrán ingresar al régimen los responsables solidarios ni los garantes de obligaciones impositivas y aduaneras.
Entre las deudas que no podrán ser regularizadas se incluyen las retenciones y percepciones previsionales (salvo los aportes personales de empleados en relación de dependencia), anticipos, pagos a cuenta, el IVA correspondiente a servicios digitales y del exterior, aportes y contribuciones a obras sociales (excepto en el caso de monotributistas), así como las cuotas de aseguradoras de riesgos del trabajo, aportes de empleados domésticos y rurales, e impuestos internos sobre cigarrillos.
Asimismo, no podrán incluirse en este nuevo plan los saldos pendientes de planes de facilidades vigentes, ni tributos derivados de infracciones al régimen de equipaje aduanero, así como tampoco los intereses, multas y accesorios relacionados con esos conceptos.

Una medida con foco en las pymes
Desde el Gobierno destacan que el nuevo régimen tiene un enfoque especialmente favorable para las pequeñas y medianas empresas. “Creo que esta regularización va a ser muy bien recibida, especialmente por las pymes”, subrayó Caputo, que busca mejorar la recaudación fiscal sin presionar excesivamente a los sectores productivos más sensibles.
El lanzamiento de este plan se enmarca en una política más amplia de ordenamiento fiscal y formalización de la economía, que busca ofrecer soluciones concretas a los contribuyentes ante un escenario de presión financiera creciente.