Tras las elecciones, se disparó la demanda de alquileres rurales
El mercado inmobiliario rural cerró octubre con un marcado repunte impulsado por el clima político y económico posterior a las elecciones. Según los datos difundidos por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR) alcanzó los 56,48 puntos, consolidando la tendencia ascendente de alquileres rurales que se viene registrando a lo largo de 2025 y profundizando la recuperación de la actividad. La suba se convirtió en una de las más significativas del año.
Una suba que consolida la tendencia del año
El InCAIR, que se publica de manera ininterrumpida desde noviembre de 2013, no mide precios sino el nivel de actividad y consultas dentro del sector. Para su elaboración se consideran múltiples variables: encuestas mensuales a inmobiliarias rurales, cantidad de avisos de campos en medios gráficos, número de anunciantes en la web institucional, operaciones concretadas de alquileres rurales y volumen de consultas de inversores tanto en la plataforma de CAIR como en distintos mercados del interior. Estas métricas permiten obtener un termómetro claro del movimiento real del mercado.
El resultado de octubre confirmó que la actividad de alquileres rurales retomó con fuerza la pendiente positiva que había mostrado en meses previos. El informe destaca que la curva ascendente se sostuvo incluso en un contexto general de incertidumbre, lo que refuerza la solidez del repunte. La combinación entre el cierre del calendario electoral y la búsqueda de posicionamiento temprano por parte de los inversores generó un aumento significativo en el movimiento del mercado.

Expectativas políticas y toma de decisiones anticipadas
De acuerdo con CAIR, uno de los factores clave detrás del repunte de los alquileres rurales fue el impacto que las elecciones tuvieron en la percepción de los operadores del sector. El clima de definiciones políticas generó un proceso de anticipación de decisiones, impulsando a inversores a acelerar movimientos que venían evaluando. Con un escenario político más definido, muchos decidieron consolidar operaciones pendientes o iniciar nuevas búsquedas antes del cierre de año.
La incertidumbre macroeconómica persiste, pero la estabilización relativa en algunas variables —junto con la expectativa de cambios regulatorios y económicos tras los comicios— funcionó como un disparador para reactivar la demanda de alquileres rurales. En octubre, muchas inmobiliarias reportaron picos de consultas que duplicaron los niveles de meses anteriores, especialmente en zonas agrícolas de mayor productividad.

Fuerte presión sobre los campos agrícolas
Uno de los datos más destacados del informe es el fuerte dinamismo en la demanda de campos agrícolas, que continúan siendo los más escasos del mercado. La falta estructural de tierras disponibles elevó la competencia entre inversores, lo que derivó en un incremento notable de consultas y búsquedas activas.
Esa escasez, combinada con expectativas políticas y económicas, configuró un escenario en el que los campos agrícolas se transformaron en el bien más disputado del mercado de alquileres rurales. En algunas regiones núcleo, las consultas crecieron a un ritmo que sorprendió incluso a operadores con décadas de experiencia, según describen referentes del sector.

Ganadería firme y mayor tracción en provincias históricas
El informe de alquileres rurales también resalta el sostenido interés por los campos ganaderos, un segmento que continúa mostrando atractivo por la firmeza del valor de la carne. La estabilidad en los precios del ganado se consolidó como un factor de seguridad para inversores que buscan refugios relativamente estables.
Este dinamismo se hizo especialmente visible en provincias tradicionalmente ganaderas del norte y centro del país, donde la consulta por alquileres rurales y compra-venta de establecimientos rurales mostró un incremento significativo. Los operadores coinciden en que muchas decisiones de inversión se vinculan directamente con las expectativas positivas sobre la cadena cárnica.
