El agro, hoy: macroeconomía en alza, microeconomía en tensión

Mientras los números de la macroeconomía argentina comienzan a mostrar signos de estabilización, la realidad cotidiana del agro argentino y las pequeñas y medianas empresas evidencia un escenario diferente. Así lo planteó el economista Iván Cachanosky en una entrevista con Canal Agrositio, donde remarcó la creciente brecha entre la economía de los grandes números y la que se vive en el interior productivo del país.
“El equilibrio fiscal se mantiene, y muchas variables como la inflación están mejorando más rápido de lo esperado”, señaló Cachanosky, quien valoró el avance en términos de independencia económica: “Argentina va ganando autonomía porque el Banco Central está más sólido”. En ese sentido, reconoció que desde una perspectiva técnica, la tarea del gobierno nacional ha sido significativa.
Sin embargo, el economista fue claro al advertir que hay desafíos clave aún sin resolver y que impactan en el agro. Entre ellos, mencionó el tipo de cambio, la falta de recuperación económica real y un Congreso que frena reformas de fondo: “Muchas cosas se lograron por la vía del veto, que no es lo ideal”.

El agro: ¿crece o sobrevive?
Uno de los puntos centrales del análisis de Cachanosky fue el sector agropecuario. Desde una óptica macroeconómica, los números del agro parecerían acompañar: se incrementaron las liquidaciones y hubo más movimiento cambiario. Pero, en la práctica, los productores enfrentan otro panorama.
“El agro crece en los números, pero lo que está pasando es que se está liquidando soja porque se necesita pagar deudas o cubrir costos. Eso no es necesariamente crecimiento”, explicó. Este comportamiento, sostiene, responde más a una necesidad de liquidez que a una expansión productiva.
La percepción se agrava al observar la situación de las pequeñas y medianas empresas del sector. “Cuando hablo con las pymes, están peor que antes. Hay una disociación entre la macro y la microeconomía”, dijo Cachanosky, subrayando la distancia entre los indicadores positivos y la sensación en el territorio: “Cuando viajo al interior y hablo con los productores, están todos preocupados. No hay ánimo de crecimiento”.

Un gobierno de mirada macro, con desafíos micro
En el análisis del actual gobierno, liderado por Javier Milei, Cachanosky valoró el pragmatismo del presidente a la hora de aplicar políticas de corte liberal. También destacó la combinación de tecnicismo y enfoque de mercado que aporta el Ministerio de Economía: “Debajo de Caputo hay economistas muy buenos desde lo técnico”, dijo, aunque aclaró que Caputo “es un financista” y no necesariamente un lector de la escuela austríaca.
La sostenibilidad del ajuste fiscal es otra preocupación. “El problema es que hubo mucha licuación. Con la inflación bajando, sostener eso se vuelve más difícil”, explicó. Para avanzar en la recuperación del agro y otros sectores productivos, el economista apuntó a una baja de impuestos como condición indispensable.

Perspectivas y reformas a futuro
Según Cachanosky, el camino económico del gobierno está dividido en tres etapas. La primera, ya concluida, abarcó el primer semestre del 2024 y culminó con la aprobación de la Ley Bases. La segunda, en curso, se extendería hasta octubre o noviembre. La tercera, aún pendiente, incluiría reformas estructurales de peso tanto para el agro como para otras actividades económicas.
“Si ese es el camino, el norte es bueno”, afirmó, aunque advirtió que el gobierno debería empezar a enfocarse con mayor intensidad en la microeconomía. “Están pasando cosas que contradicen a la macro y eso se ve en la calle, hablando con empresarios, productores. El gobierno mira con mucho detalle la macro, pero debe empezar a pisar más fuerte en la micro”.
Finalmente, rescató el respaldo social al modelo actual: “La gente todavía está dispuesta a hacer un esfuerzo. Ha habido un cambio cultural, y Milei tuvo un gran mérito en eso. La sociedad le permite hacer lo que está haciendo”.