Agricultura avanza en la simplificación del marco agroalimentario y deroga normas del SENASA

En el marco del proceso de desregulación y simplificación del Estado que impulsa el Gobierno nacional, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía dispuso la derogación de una serie de resoluciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), muchas de las cuales databan de la década del noventa y ya no tenían vigencia práctica.
La decisión de Agricultura se formalizó mediante la Resolución 209/2025, firmada por el secretario Sergio Iraeta y publicada este miércoles en el Boletín Oficial, entrando en vigencia hoy. Según se detalla en los fundamentos de la norma, la medida busca “eliminar trabas e impedimentos para favorecer el desarrollo de los sectores productivos” y “lograr un marco normativo actualizado, simple y transparente”.
Un paso en el proceso de modernización estatal
La iniciativa de Agricultura se enmarca en la Ley 27.233, que declara de interés nacional la sanidad animal y vegetal, y responde también a los decretos de modernización administrativa y desregulación económica dictados por el Poder Ejecutivo en los últimos años, entre ellos el Decreto 70/2023, que promueve la libre competencia y la eliminación de restricciones al comercio y la industria.
Fuentes del Ministerio de Economía explicaron que la revisión normativa forma parte de un proceso más amplio de simplificación del marco regulatorio agroalimentario, que busca reducir la carga administrativa para los productores, exportadores y organismos de control, sin afectar los estándares de inocuidad ni la trazabilidad sanitaria.

Qué resoluciones quedaron sin efecto
Entre las normativas derogadas se incluyen disposiciones que regulaban cuestiones técnicas ya superadas o reemplazadas por reglamentaciones más modernas. Figuran, por ejemplo, normas vinculadas a la certificación de calidad de granos y subproductos destinados a la exportación, los aranceles que percibía el ex Instituto Argentino de Sanidad y Calidad Vegetal (IASCAV), el registro de terapéutica vegetal, así como regulaciones específicas sobre viveros de olivo y programas de control de plagas como la carpocapsa.
En muchos casos, esas resoluciones habían perdido vigencia operativa debido a la creación del SENASA en 1996, que absorbió las competencias del IASCAV y del ex Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA original). No obstante, permanecían formalmente en el compendio normativo, generando duplicidades, superposiciones y confusión en la interpretación de las reglas.
Con la derogación, Agricultura busca depurar el inventario normativo y eliminar la burocracia innecesaria, de modo que tanto los operadores del sector como los organismos de control cuenten con un sistema más ágil, coherente y acorde a la estructura actual del SENASA.

Rol del SENASA en la revisión
El organismo sanitario tuvo un papel central en la identificación y análisis de las normas que debían eliminarse, especialmente aquellas relacionadas con los ámbitos sanitario, fitosanitario y de certificación agroalimentaria.
De acuerdo con fuentes oficiales, la revisión fue parte del Plan de Modernización del Estado, que instruye a los organismos públicos a evaluar periódicamente su marco normativo para detectar regulaciones obsoletas, contradictorias o redundantes.
“El objetivo es fortalecer la eficiencia institucional y favorecer la competitividad del sector agropecuario, reduciendo costos administrativos y tiempos de gestión”, remarcaron desde la Secretaría de Agricultura.

Un nuevo marco más simple y transparente
Con esta medida, el Gobierno avanza en su política de simplificación y desregulación del aparato estatal, especialmente en áreas vinculadas a la producción y el comercio agroalimentario, donde los marcos normativos suelen acumularse durante décadas sin actualizaciones integrales.
La depuración normativa impulsada por Agricultura y el SENASA apunta a mejorar la transparencia, reducir la discrecionalidad y facilitar el cumplimiento de las obligaciones por parte de los productores y exportadores.
En este sentido, la derogación de las viejas resoluciones por parte de Agricultura representa un paso más hacia un marco regulatorio moderno y previsible, en línea con las políticas de eficiencia y competitividad que el Ejecutivo busca aplicar en todo el sistema agroindustrial argentino.